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El hotel boutique 5*GL Mercer Sevilla, situado en el palacete Casa Palacio Castelar, se convierte en el nuevo place to be de la capital andaluza. Una experiencia capitaneada por la revolucionaria carta del restaurante María Luisa, donde el recetario andaluz se reinventa de la mano de los chefs Rafael Liñán y Rafael Zafra. La propuesta continúa en el Fizz Cocktail Bar, un espacio que recupera el espíritu de las coctelerías clásicas con un diseño moderno y sofisticado y con zona lounge.
Desde que el restaurante María Luisa y el Fizz Cocktail Bar abrieron sus puertas en el Hotel Mercer Sevilla, son muchos los sevillanos y visitantes que han encontrado aquí un punto de encuentro en el que desconectar y disfrutar de momentos de relax, en un marco protagonizado por la suma de tradición, modernidad y diseño.
Gastronomía andaluza contemporánea
La carta del María Luisa ha sido concebida por el prestigioso chef sevillano ganador de dos estrellas Michelín Rafa Zafra con la ayuda de Rafael Liñán –hoy al mando del restaurante–, quien colaboró en la apertura del restaurante Estimar (Premio al Mejor Nuevo Restaurante de Barcelona en 2016).
La propuesta pretende dar a comprender la gastronomía andaluza a partir de productos locales de primera calidad y recetas tradicionales a las que el chef ha dado un giro creativo que confiere a los platos un aire nuevo y moderno. «Queremos que la cultura gastronómica de Sevilla evolucione hacia una línea arriesgada e innovadora, sin perder la herencia de nuestros sabores. De ahí que el punto de partida de nuestros platos sea la materia prima, el producto local y el recetario andaluz», explica Liñán.
Cabe también destacar el diseño del salón, en el que conviven elementos de estilo clásico y líneas sobrias con lámparas de aire industrial, que contrastan con elegantes y altos muros revestidos de tela en tonos ocres y verdosos.
La experiencia gastronómica del restaurante María Luisa se divide en «tres actos» –dice el chef–. «El comensal es recibido en el espacio de coctelería del hotel, el Fizz Cocktail Bar, donde se le sirve una bebida-aperitivo y una degustación de las tapas típicas de Andalucía, mientras se le explica la carta y decide los platos que tomará a continuación. Seguidamente, se le acompaña a la sala del restaurante donde se da paso a los platos principales, para después, una vez acabada la cena, pasar al patio principal del hotel; un patio interior típicamente andaluz donde servimos nuestra fuente de petit-fours con el café, té, vino o la bebida que el cliente elija», prosigue.
Entre los platos de la carta encontramos opciones tan sugerentes como el bogavante a la marinera, el cordero Al Ándalus con cuscús de coliflor, las setas de Aracena con su geleé o la corvina salvaje con consomé de jamón. «Son platos que definen muy bien nuestras intenciones y que sorprenden a los comensales, basados en sabores tradicionales, producto de proximidad y técnicas vanguardistas», señala Liñán. Todo ello acompañado de una cuidada selección de vinos.
No es casualidad que la coctelería del Mercer se haya convertido en el último año en uno de los enclaves predilectos de un público ávido de nuevas experiencias para la vista y el paladar. En el Fizz Cocktail Bar, diseño, producto y ambiente contribuyen a una misma causa: la creación de un espacio en el que sentarse a tomar un cóctel se vuelve una experiencia completa en sí misma.
El Fizz Cocktail Bar propone una ‘cultura del cóctel’ distintiva. Su diseño, inspirado en las clásicas coctelerías del East Village neoyorquino, con una estantería que alberga una imponente colección de botellas, sillas altas que recorren la barra, espacios lounge y rincones íntimos, es toda una declaración de intenciones. Su extensa y variada carta de cócteles se aleja de los lugares comunes ofreciendo innovadoras propuestas de creación propia que conviven con clásicos revisitados como el Dry Martini, el Cosmopolitan o el Manhattan. Todos ellos elaborados por un equipo de cocteleros avalados por una larga trayectoria a sus espaldas.
Hotel Mercer Sevilla: elegancia, lujo y discreción
Inaugurado en otoño de 2016, el hotel boutique 5* GL Mercer, el único en Sevilla con estas características, se encuentra en el corazón del centro histórico de la ciudad, a escasos metros de la Plaza Nueva y junto a la emblemática plaza de toros de la Maestranza. Un lugar privilegiado desde el que visitar cómodamente las puntos de interés de la ciudad como la Torre del Oro, La Giralda, la Catedral o el Real Alcázar.
El Mercer está situado en la zona noble de la antigua Casa Palacio Castelar (Castelar, 26). Un imponente palacete del siglo XIX cuidadosamente restaurado y con una importante presencia, del que se conserva hoy su estructura original, la fachada clásica y la escalinata interior de mármol.
El prestigioso estudio de arquitectura sevillano Cruz y Ortiz ha sido el encargado de dar nueva vida a este espacio único y de gran valor histórico, proyecto el que han volcado todo su saber hacer y meticulosidad a fin de conservar sus tesoros arquitectónicos. El hotel se estructura en torno a un patio central típicamente andaluz con suelos de mármol, rodeado de arcos que reposan sobre pilastres y cubierto por una cúpula por donde la luz natural entra al interior, confinando al espacio una atmosfera agradable y cálida. La dupla de arquitectos ya demostró en el pasado su profesionalidad a la hora de rehabilitar edificios históricos con proyectos como el museo Rijksmuseum y el hotel Ambassade, de Ámsterdam, y la estación de ferrocarril de Basilea.
El diseño del interior es obra de la interiorista Amanda Molina. Entre los elementos de mobiliario encontramos piezas de firmas tan prestigiosas como Cassina, Poltrona Frau y Flexform, entre otras. Sobre el suelo, reposan alfombras del artista y diseñador Arik Levy, y en las paredes se puede contemplar la obra de Agustí Puig. La paleta cromática elegida en los ambientes principales así como en las habitaciones tiene como protagonistas los tonos oro, verde musgo, azul cielo y gris pardo.
El hotel cuenta con 12 habitaciones (tres Deluxe, una Premium Deluxe, seis Junior Suite, una Premium Junior Suite y una Suite), distribuidas en dos plantas. Las situadas en la antigua zona noble de la Casa Palacio Castelar disfrutan techos de 4,5 metros de altura y todas disponen de suelos de madera de roble. Siguiendo la tónica del resto del hotel, la escenografía histórica se mezcla con mueble contemporáneo de gran calidad.
Otra de las grandes sorpresas la encontramos en terraza de la última planta, que alberga una imponente piscina con fondo de acero inoxidable y un área con sofás que invita a tomar el sol o a leer un buen libro mientras se disfruta de unos refrigerios. Un marco ideal reservado para los clientes alojados en el hotel, donde degustar un vaso de jerez por la noche o contemplar la puesta de sol en un rincón tranquilo y discreto con vistas al Guadalquivir y el Arenal, uno de los barrios con más solera de Sevilla.
Los espacios comunes de la planta baja incluyen el patio, el vestíbulo, el restaurante y el bar de cócteles.