Roostiq se ha convertido este verano en uno de los restaurantes más destacados de Marbella gracias a su propuesta gastronómica, donde el producto de su propia granja, las brasas y los buenos vinos mandan. Los torreznos maridados con champán han sido uno de los principales binomios que han seducido a sus clientes, no solo por la originalidad de la propuesta, sino por la calidad del propio producto, que es presentado al comensal con piel crujiente, interior jugoso, cortado en finas lascas y un retrogusto ahumado.

Roostiq está ubicado en plena Milla de Oro de Marbella. Abrió sus puertas el pasado mes de julio con el objetivo de replicar el éxito de su local de Madrid: producto de primera calidad, la mayoría cultivados o criados en su finca de Ávila, brasas para sacarles todo el jugo y horno de leña donde hacer sus famosas pizzas de masa de fermentación en frío durante 72 horas. Toda esta suma de atributos gastronómicos, una amplia carta de vinos que atesora más de 500 referencias, un interiorismo muy cuidado y una acogedora terraza exterior han propiciado que visitantes nacionales e internacionales hayan disfrutado ya de su propuesta en estos dos meses desde su apertura.

Verduras, pescados, carnes y un toque de brasas para saborear el producto con un tratamiento mínimo han sido parte de su éxito. Esta forma de elaborar los platos, el cultivo de sus verduras y la cría de sus carnes de una forma ecológica son las bases sobre las que se asienta la propuesta gastronómica de Roostiq. Es la filosofía ‘We farm’, o lo que es lo mismo, ‘de la granja a la mesa’, todo pensado para que el comensal coma muy bien, disfrute y, sobre todo, se divierta.

Roostiq es un restaurante que suma muchas cosas. Aquí se unen lo más gastronómico con la cercanía de una taberna y el ambiente chic de un restaurante bien decorado. En definitiva, una experiencia donde es muy recomendable que dejarse seducir por ese maridaje especial de torreznos y champán que se ha convertido en un ‘must’ de su restaurante en Marbella.