La empresa familiar de repostería San Marín de Porres, cuya planta industrial se encuentra en Écija (Sevilla), incrementó el año pasado un 23% las ventas de tortas de aceite hasta los 15,8 millones de unidades de consumo. La torta de aceite es el producto estrella de la compañía, y representa un 72% del total de referencias vendidas en 2020, que han alcanzado los 22 millones de unidades. Estos productos suman un total de 730 toneladas, de las que las tortas de aceite representan el 60%.

El catálogo de productos de San Martín de Porres incluye 32 referencias de repostería clásica y natural, muchas de ellas sin aceite de palma: torta de manteca, bizcochos y magdalenas, cortadillos, tortitas de polvorón, hojaldre de miel, galletas y surtido navideño. Otras marcas de la compañía son Horno La Antigua –que comercializa el 19% de las tortas de aceite–, La Confianza o Bio Martín –para productos ecológicos–.

Mientras que el consumo nacional se ha reforzado en este último año en parte como resultado de las pautas de consumo generadas por la pandemia COVID, la exportación, sin embargo, se ha visto resentida. Son mercados regulares de San Martín de Porres países como Reino Unido, Alemania, Bélgica, Holanda, México y Estados Unidos, que compran fundamentalmente torta de aceite, cortadillo, palmeras y hojaldre de miel.

Internet también está siendo un gran aliado del canal tradicional, y el 60% de las ventas a través de la web (www.smporres.com) corresponde a la torta de manteca, un producto original y muy arraigado en la comarca ecijana y en localidades cercanas. De hecho, ha sido reconocida como Patrimonio Gastronómico de la ciudad de Écija.

San Martín de Porres nació en los años 60 del pasado siglo y es una empresa muy vinculada a la comarca de Écija; desde sus inicios ha sido enorme su compromiso social y económico. El año pasado facturó alrededor de tres millones de euros y emplea a una media de 40 trabajadores, con oscilaciones por campañas y semanas, de los que el 75% son mujeres del pueblo.

Estrategia I+D+i

La torta de aceite centra las principales actuaciones de la compañía en materia de innovación, de cara a conseguir nuevas variedades acordes a las tendencias de consumo actuales. De manera que, junto a la torta de aceite tradicional, también se comercializa la torta de aceite de oliva virgen extra, la torta de aceite sin azúcar, la torta de aceite de almendra, la torta de aceite ecológica y la torta multicereales (copos de trigo, centeno, lino marrón, salvado, sésamo, avena y pipas, fuentes de calcio, vitaminas, fibra y minerales). El gerente de San Martín de Porres, Miguel Ángel Gutiérrez, explica que “buscamos nuevos consumidores para nuestras tortas de aceite y que se conviertan en consumidores habituales, necesitamos hacer nuevas propuestas de valor en torno a este producto”.

Para optimizar la producción, la compañía ha realizado una inversión de 800.000 euros en implantar una nueva tecnología basada en procesos de inteligencia artificial que permite mayor eficiencia y un mejor control del producto terminado. “Se trata de un sistema de producción que controla la calidad de la torta de aceite al establecer un criterio único y objetivo para el color y el diámetro de la torta de aceite. Se analiza la cromatología de la torta, su forma y dimensión y hasta mide la altura para determinar qué tortas se terminan envasando”, explica Miguel Ángel Gutiérrez.

Y con el fin de alcanzar una mayor eficiencia energética, la empresa acaba de instalar paneles fotovoltaicos en la cubierta de la fábrica, ubicada en el Polígono La Campiña. Esta nueva instalación tiene una potencia máxima de 120 kw (96 nominales), y generará 177.028 kwh al año, con lo que cubrirá el 70% de la demanda energética de la planta astigitana (121-925 kwh). Esto redundará en un menor coste energético, y beneficiará al medio ambiente, ya que se evitará la emisión anual de 105 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a plantar 3.364 árboles.