David Acosta | CEO de INNN

LA DIGITAL SON CINCO TRANSFORMACIONES EN UNA

La transformación digital es un proceso constante, iterativo y que requiere estructura, presupuestos y liderazgo. Y este debe situarse muy cerca de la alta dirección de la compañía. Si alguien os tiene que convencer, no empezamos bien. Podemos plantear la transformación digital como un mapeado de herramientas, recursos tecnológicos, trials de servicios e incorporación de programadores que nos ayuden a simplificar, automatizar y optimizar los procesos y operaciones de nuestras empresas. Es un camino. Puede que incluso sea una interesante forma de comenzar. Pero:  

1) la verdadera transformación es aquella que modifica el diseño mismo de nuestro núcleo de negocio: nuestras operaciones, nuestro customer experience, nuestro marketing. La experiencia de nuestras marcas será digital y debemos replantear nuestros negocios hacia un entorno de omnicanalidad donde la frontera entre el on y el off line directamente, no existe. 

2) La tecnología no muerde. No es necesario que tu perro aprenda a traerte el periódico para poder tener una mascota que pasear. Ni todos los grandes directores de cine son ingenieros que han construido sus cámaras o científicos que diseñaron un telescopio, como Galileo. La tecnología está ahí, para ser usada para hacer más satisfactoria la vida de las personas y las empresas debemos encontrar precisamente en ese enclave el espacio en el que cimentar nuestras políticas estratégicas de innovación.

3) No hay innovación sin creatividad. De hecho, innovación no es otra cosa que creatividad aplicada, encontrar soluciones en las ideas. Y las ideas son profundamente humanas. Todos podemos (y debemos crear). Crear no es solo imaginar, fantasear, dibujar o ser ocurrente. Algunas de las personas más creativas que he conocido no son publicitarios, sino comerciales, administrativos o carteros (eso sí, en situaciones en las que sintieron la motivación y necesidad de innovar). Incorporemos a los desarrolladores en los procesos creativos, pero no los dejemos solos a la hora de definir las ideas sobre las que van a girar nuestros negocios.

4) La transformación digital es, por tanto, humana, y por lo tanto, social e interrelacionada. Estamos en el epicentro de una revolución ética (social, laboral, medioambiental, de género) y la digitalización es un canal más para que nuestras mentalidades, que tanto han cambiado en estos tiempos, se abran camino hacia sociedades más justas, sostenibles y concienciadas de las implicaciones de nuestros actos. Algo que, me temo, no pueden hacer los robots. Y, finalmente, 

5) Todo esto requiere planificación, visión y poner a las personas en el centro. Los que nos dedicamos a la creatividad lo llamamos diseño. Debemos diseñar el futuro de nuestras compañías sobre nuestro propósito como empresas (uno que vaya más allá de cuánto ganamos este ejercicio, bastante legítimo dicho sea de paso), de manera que la tecnología sea capaz de posibilitar escenarios en los que esta razón de ser corporativa encuentre nuevas, sostenibles y apasionantes formas de desarrollo de negocio y riqueza en nuestra tierra.