La formación ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación. Una obligación no coactiva pero sí moral, que comparten tanto el joven que aspira a un primer empleo cualificado; como el desempleado que debe reciclarse para reinsertarse laboralmente; y también el profesional en activo que necesita actualizar conocimientos para no ser expulsado de un mercado en constante cambio y donde la competitividad domina las reglas del juego.

La formación se ha convertido en una firme alternativa al desempleo, pues al existir más demanda que oferta laboral, los estudios se prolongan ante la falta de oportunidades. Las universidades, públicas y privadas siguen siendo las principales canteras de futuros profesionales. Desde el curso 2010/2011 el sistema universitario español forma parte del Espacio Europeo de Educación Superior, implantando el Plan Bolonia, que pretende conseguir una formación más práctica, vinculada al mundo laboral y teóricamente internacionalizada.

Con el nuevo marco educativo han desaparecido las diplomaturas y las licenciaturas, y el crédito se ha convertido en la unidad de medida académica. Ahora todas las titulaciones tienen dos ciclos: grado (formación general) y posgrado (especializada). Nuestro país escogió la fórmula 4+1 para una titulación básica de segundo ciclo, es decir, cuatro años de carrera o grado (240 créditos) y uno de máster o posgrado (60 créditos). Es opcional el tercer ciclo o doctorado (3 o 4 años).

Así, poco a poco las universidades andaluzas han ido implantando el Plan Bolonia, aunque no se ha realizado ninguna evaluación de la misma y no hay referencias del éxito o fracaso universitario en lo tocante a la inserción laboral. Por eso, muchas universidades nacionales, incluidas las andaluzas, han acordado demorar la reforma universitaria aprobada hace un año por el Consejo de Ministros, que pretende adoptar la fórmula de 3+2, es decir, tres años de carrera y dos de máster.

También son muchos los que cada año se enrolan en las escuelas de negocio con el objetivo de convertirse en líderes empresariales o políticos. La Escuela de Organización Industrial (EOI) fue la primera institución de nuestro país en ofrecer estudios de postgrado en los años 50; muchas más le siguieron desde entonces, y todas ellas han sido y son determinantes en la formación de los profesionales que lideran las organizaciones públicas y privadas de nuestro país. Las más representativas de Andalucía son ESIC, EOI, Instituto Internacional San Telmo, Esesa, ESCO e Instituto Cajasol.