Cada año son más las empresas andaluzas que se suben al dinámico tren de las exportaciones, aunque no siempre impulsadas por la misma motivación. Unas buscan la expansión del negocio en plazas internacionales, y de este modo tener la posibilidad de ganar clientes e incrementar ingresos. Otras entienden la exportación como una válvula de escape, como una oportunidad para diversificar riesgos ante mercados internos inestables.
Sea cual sea el motivo, lo que vale es el músculo que han mostrado las empresas andaluzas en los mercados exteriores durante 2015 y en los primeros meses de 2016, compensando la contracción de la demanda interna de los últimos ejercicios.
En Andalucía ya son 18.905 las empresas exportadoras, y casi la cuarta parte (4.532) lleva cuatro años consecutivos vendiendo sus productos en mercados internacionales, es decir, son exportadoras regulares. Son las más potentes, y el año pasado realizaron la gran mayoría (86,3%) de las exportaciones andaluzas, que ascendieron a 24.967 millones de euros. No se cumplieron por tanto las previsiones lanzadas por la Junta de Andalucía de superar los 26.512 millones de euros ingresados en 2014 por la venta exterior de nuestros productos.
