La formación es una carrera que no termina nunca. No tiene edad y es necesaria para adquirir y actualizar conocimientos, especialmente en un mundo como el actual tan competitivo. La necesitan los jóvenes, los profesionales en activo y las personas en desempleo. Y quien no quiera verlo no es realista.

Las universidades públicas españolas y andaluzas han actualizado su oferta formativa ajustándola más a lo que la sociedad y las empresas demandan, especialmente a través de su formación de postgrado. De otro lado, están las universidades y escuelas privadas, que ofrecen una formación más especializada y funcional y que comprende, muchas veces, experiencias internacionales y, generalmente, prácticas en empresas.

Los idiomas siguen siendo la asignatura pendiente. Los españoles apenas alcanzan un nivel medio de inglés, ya no hablemos de otro idioma. En formación continua tampoco salimos muy bien parados. Los datos sitúan a las empresas nacionales a la cola de Europa en la aplicación de este tipo de programas de aprendizaje para empleados. La internacionalización y las nuevas tecnologías son otras cuestiones que no pasan desapercibida para las instituciones académicas privadas.

Pero, ¿cuáles son los perfiles más solicitados por las empresas? Las empresas demandan agentes de handling, técnicos de laboratorio I+D, consultores SEO-SEM, operarios especialistas, gestores de clientes, ingenieros internacionales, teleoperadores con idiomas, técnicos de mantenimiento, delegados comerciales, auxiliares de cocina moderna, arquitectos java senior, mozos de almacén, técnicos sociosanitario o executive assistant.