Juan Carlos Durán, Senior Private Banker de Banque de Luxembourg.

– ¿Por qué es importante la diversificación de activos?
– Ya sea en términos geopolíticos, económicos o incluso sanitarios, el contexto mundial actual constituye un desafío considerable para cualquiera que desee preservar sus activos financieros. El viejo dicho de que ‘no hay que poner todos los huevos en la misma cesta’ cobra aún más sentido en la actualidad. En efecto, la diversificación geográfica debe formar parte de la estrategia de los inversores que desean preservar su patrimonio y que tratan de obtener la mejor rentabilidad posible para su cartera.

Diversificar geográficamente sus activos es una de las mejores maneras de atenuar los riesgos, aumentar las rentabilidades y, por tanto, gozar de tranquilidad para asegurar el futuro de su familia.

– ¿Ha notado una demanda real de diversificación geográfica de los clientes españoles?
– En lo que respecta a los inversores españoles, en 2021 se observa un gran aumento de inversiones fuera de España, y Luxemburgo encabeza la lista de preferencias. La crisis de la COVID-19 ha acelerado este movimiento ya que clientes que se mostraban reticentes en general a dar el paso de abrir una cuenta en el extranjero ahora se sienten cómodos con la idea de diversificar su patrimonio en una jurisdicción estable y prestigiosa como Luxemburgo.

Se trata de una tendencia que venimos percibiendo desde hace muchos años, ya que los costes de abrir una cuenta en el extranjero no son mayores que en España y la libre circulación de capitales dentro de la Unión Europa, en vigor desde la década de 1990, ha permitido tranquilizar a los inversores con respecto a las autoridades fiscales españolas.

– ¿Qué ventajas ofrece Luxemburgo a los inversores españoles?
– Luxemburgo es uno de los diez países con calificación AAA del mundo, su tasa de paro es inferior al 6% y ha sido el primer país de la zona euro en alcanzar su nivel de riqueza previo a la pandemia. Es asimismo uno de los países del mundo con mayor sensación de seguridad. El Gran Ducado goza de una estabilidad política y social sin parangón en Europa, así como de un marco jurídico pragmático, dinámico y atractivo para los inversores: se trata de una jurisdicción estable para su patrimonio. Hoy en día, es el primer centro de banca privada de la zona euro y el mayor centro de fondos de inversión de Europa.

En este contexto, Luxemburgo ha consolidado una infraestructura informática sólida y un ecosistema propicio para el espíritu empresarial que han promovido el desarrollo de las tecnofinanzas (fintech), y ha alcanzado una posición de vanguardia en Europa y en todo el mundo en cuanto a ingeniería financiera, amén de atesorar una experiencia excepcional en las finanzas sostenibles: líder mundial en los fondos de esta categoría, pionero en la puesta en marcha de certificaciones de finanzas sostenibles y sede de la primera y única bolsa verde del mundo.

Así pues, la plaza financiera de Luxemburgo ofrece una dimensión internacional para los inversores españoles, un alto grado de diversificación, una gran capacidad de innovación y, sobre todo, seguridad y estabilidad económica y política.

– Luxemburgo es la primera plaza financiera europea para la banca privada. ¿Qué posición ocupa Banque de Luxembourg en este sector?
– En la actualidad, Luxemburgo es una de las entidades de banca privada más importantes, con 1.000 colaboradores, un producto bancario neto agregado de 304 millones de euros y más de 1.000 millones de euros de fondos propios (a 31 de diciembre de 2020). Presente en Luxemburgo desde hace más de cien años, nuestro banco está al servicio de particulares, familias y empresarios. Procedentes de Europa en su mayoría, nos eligen por nuestra capacidad para tener en cuenta la diversidad y la complejidad de sus situaciones, así como por la forma en la que ejercemos nuestra actividad.

Los clientes que llevan muchos años confiándonos sus ahorros valoran la calidad y la resiliencia de nuestra gestión. Nuestras inversiones en valores de calidad y nuestra filosofía de inversión prudente a largo plazo nos han permitido superar episodios de fuerte volatilidad sin que haya habido pérdidas de capital. En Banque de Luxembourg nos mantenemos al margen de las tendencias, ya que nuestra prioridad es la preservación del capital y la rentabilidad a largo plazo. Además, la gestión de los riesgos es un elemento clave de nuestro enfoque.

– ¿Cómo ve la cercanía con sus clientes españoles desde Luxemburgo?
– Antes de nada, aclarar que a mis clientes españoles no los veo desde Luxemburgo, los veo en España.
La proximidad y la accesibilidad forman parte de nuestra actividad de banca privada. En el caso de los clientes españoles, esto se traduce en un gestor español con una disponibilidad absoluta, un socio de confianza atento a cada situación y proyecto de sus clientes, para ofrecerles una gestión personalizada de su patrimonio.
Durante la crisis de la Covid-19 hemos sabido adaptar las relaciones con nuestros clientes e innovar sobre la forma en que prestamos nuestros servicios. Durante los diferentes confinamientos, no pude viajar a España para visitar a mis clientes, por lo que hemos buscado alternativas. Esta capacidad de reacción ha sido muy apreciada por ellos y está en sintonía con nuestros valores.

Dicho esto, en un mundo cada vez más globalizado e impersonal, es una voluntad firme de nuestra entidad mantener un trato personal e individualizado con cada uno de nuestros clientes. Y los gestores, empezando por mí, se desplazan al lugar de residencia del cliente siempre que es necesario, pues es parte de nuestro ADN dar un verdadero servicio de banca privada.

Creo que la cercanía no se demuestra con una sucursal en cada esquina, como nos han hecho creer. Se demuestra con actos, con una total disponibilidad, como en el caso de un buen amigo. El cliente no es un número, ni un puesto de rentabilidad en un balance, el cliente es una persona, con una familia detrás, con circunstancias que le son propias y necesidades específicas. Cada cliente es único, por eso nuestro servicio también lo es.