Las empresas andaluzas y del sur de Portugal -en Algarve y Alentejo- están de enhorabuena. Gracias al proyecto ‘Mercado Halal’ de la Fundación Tres Culturas, tienen la oportunidad de acceder a nuevos nichos de mercado aprovechando el turismo musulmán. Desde la alimentación al turismo, pasando por los mercados de artesanías o las habitaciones de un hotel, el mercado halal de productos y servicios aptos para personas musulmanas está en continuo crecimiento. Se calcula que existen en el mundo entre 1.600 y 1.800 millones de personas que profesan esta religión, con sus particularidades culturales. Todas ellas son potenciales consumidores de mercados al sur de España y Portugal, que reciben cada año unos dos millones de visitantes de origen musulmán, principalmente desde Francia o Reino Unido, además de los tradicionales países musulmanes.

Estas personas reivindican productos con el certificado Halal, que según el Corán y la ley islámica, es aquello que está permitido. La garantía la otorga el Instituto Halal, que imprime su Marca de Garantía Halal de Junta Islámica a aquellos productos y servicios que respetan sus leyes y costumbres. Que las empresas andaluzas y del sur de Portugal conozcan estos requisitos y cómo lograr su certificado es el objetivo de la Fundación Tres Culturas, que divulga el potencial de este mercado para las economías del sur de Europa. Este proyecto, que desarrolla hasta abril de este año, cuenta con una inversión de 946.853 euros y se enmarca en el Programa Interreg VA España-Portugal (Poctep) 2014-2020 cofinanciado al 75% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

Hasta ahora se conocía como Halal especialmente el tratamiento que se le da a la carne para poder ser consumida por las personas musulmanas. Pero más allá de eso, lo Halal es, en esencia, lo “positivo”, saludable según los valores musulmanes. Halal es lo opuesto a ‘Haram’, lo nocivo o lo que está prohibido, como el alcohol, las apuestas o la carne de ciertos animales, como el cerdo. Es por ello que todos los productos y servicios son susceptibles de ser Halal, ya sea con o sin certificado, pues hay una categoría, la ‘muslim friendly’, accesible para las empresas que permite, con más flexibilidad que la etiqueta Halal, atraer a consumidores musulmanes. Hay un nuevo nicho emergente, el de los denominados “musulmanes millenials”, que lejos de ser mochileros que gastan poco, son jóvenes modernos y con capacidad adquisitiva para consumir artesanía, restaurantes y hoteles. Es por ello que, gracias a la Fundación Tres Culturas, empresas andaluzas y del sur de Portugal se preparan para seguir generando crecimiento económico.