Las universidades de Málaga y Sevilla han suscrito un convenio marco de colaboración con la Fundación Sando que prevé una dotación anual de seis becas –tres para cada institución académica– para la movilidad internacional de estudiantes.
Fundación Sando
 
El acuerdo, que se enmarca en el Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech, ha sido firmado en el Rectorado de la UMA por la rectora, Adelaida de la Calle; el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, y Esther Sánchez Manzano, directora general de la Fundación Sando.
 
El objetivo del convenio es colaborar en la movilidad de los alumnos universitarios en el ámbito de las prácticas en empresa y la formación. Para ello, la Fundación Sando aportará anualmente 7.500 euros para cada universidad, a razón de 2.500 euros cada beca.
 
Durante las prácticas, que tendrán una duración de seis meses, el estudiante contará con un tutor de la entidad colaboradora y un tutor académico de la universidad. Para conseguir la beca, los alumnos serán seleccionados por la comisión de seguimiento que establece el convenio, compuesta por los dos rectores –o las personas en quienes estos deleguen- y un representante de Sando.
 
Aún se desconocen los países de destino de los alumnos, punto que se concretará en futuros convenios específicos. De lo que se trata es de aplicar los preceptos de Andalucía Tech, un proyecto que pretende ser un foco de excelencia docente, investigadora y de transferencia de resultados, ayudando a impulsar la innovación en las empresas.
 
En concordancia con este objetivo, una de las actuaciones que se llevan a cabo es la internacionalización de la docencia, un punto que se aplica en este convenio, que entra en vigor desde el momento de su firma, mientras que su vigencia será de un año, renovable automáticamente por periodos iguales.