Hablar de Granada es referirse a su más potente imán patrimonial y turístico: la Alhambra. Un conjunto monumental del que se tiene constancia desde el siglo IX, uno después de la conquista de la Península Ibérica por los musulmanes. Su nombre hace alusión al color rojizo de sus muros (‘qa’lat al-Hamra’, castillo rojo) y fue erigida en la colina de al-Sabika, frente a los barrios del Albaicín y Sacromente, un lugar estratégido desde el que se domina toda la ciudad.

Este recinto amurallado –que fue ampliandose tras la Reconquista cristiana– no solo alcanzó el reconocimiento de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1984 sino que incluso fue finalista en 2006 en la elección de las 7 nuevas maravillas del mundo moderno. Integrado por la Alcazaba, los Palacios Nazaríes y el Partal, además del Generalife, la Alhambra de Granada, recibe casi 3 millones de turistas al año.

Pero Granada atesora otro Alhambra, de corte no menos palaciego: El hotel Alhambra Palace. Situado en la antesala del conjunto monumental –a menos de 10 minutos andando– este referente de la hotelería es uno de los más antiguos de España, con 111 años de historia, pues fue inaugurado el 1 de enero de 1910 por el mismísimo rey Alfonso XIII, bisabuelo de nuestro actual monarca Felipe VI.

Con una estructura almenada y teñido de ‘naranja galatea’, el hotel Alhambra Palace ha hecho honor a su nombre albergando a lo largo de su centenaria historia a las más relevantes figuras del mundo de la realeza, a política, las letras, la música o la cinematografía. Del Agha Kahn a los Príncipes de Gales; de Charles de Gaulle a Eva Perón; de García Lorca a Vargas Llosa; de Von Karajan a Zubin Mehta… además de ser el Hollywood de la hotelería, acogiendo a los más grandes mitos del Séptimo Arte, como Vivien Leigh, Lauren Bacall, Sir Laurence Olivier, Rock Hudson o Yul Brynner.

Pernoctar en cualquiera de sus 108 habitaciones –todas exteriores, entre ellas 11 lujosas Junior Suites y 6 Suites, que combinan el estilo contemporáneo con el diseño más vanguadista– es mucho más que un simple sueño. Pasear por sus salones –como el Árabe, el de los Reyes Católicos o el Salón Teatro– es disfrutar de una belleza arquitectónica cautivadora. Degustar su cocina, al frente de la cual está el reconocido chef Esaú Hita, es experimentar sabores y aromas que fusionan la esencia granadina con la neo-mudéjar. Y sentarse a tomar un café o un cóctel en su terraza panorámica, con Granada a los pies, es la mejor manera de admirar el mítico atardecer de Granada. Pero para disfrutar Granada con los 5 sentidos, nada mejor que sus dos Alhambra.

Más información del hotel en su web: www.h-alhambrapalace.es