José Carlos Gómez Villamandos es catedrático de Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba. Fue elegido rector de esta institución en 2014, responsabilidad que ocupó hasta 2022. En 2019, fue nombrado presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. Gómez Villamandos es diplomado también en Alta Dirección de Universidades. Ha participado y dirigido proyectos de innovación y mejora docente y es coordinador del Programa de Doctorado de Medicina y Sanidad Animal. Es miembro del grupo de investigación Anatomía Patológica Animal y autor de más de un centenar de artículos. Gómez Villamandos es también académico correspondiente de las Reales Academias de Ciencias Veterinarias de Andalucía Occidental y de Andalucía Oriental

– Como cordobés, ¿cuál es su valoración del desarrollo económico y social de la provincia de Córdoba en los últimos años?
– El desarrollo económico y social de la provincia en los últimos años ha ido incrementándose como vienen señalando diferentes índices económicos. Sin embargo, seguimos teniendo una Córdoba de dos velocidades. Una Córdoba en la capital y en la zona sur de la provincia, que están experimentando un gran desarrollo, mientras que la zona norte, como consecuencia de la despoblación y de que no se hayan encontrado alternativas económicas sólidas a la minería, sigue teniendo un retraso considerable.

– A modo de análisis DAFO, ¿cuáles considera que son las fortalezas y debilidades de la provincia cordobesa?
– La gran fortaleza de Córdoba, además de su posición estratégica y de sus excelentes vías de comunicación, tanto a través del ferrocarril como de las autovías y la existencia de un aeropuerto, es que cuenta con una gran creatividad y un gran empuje de las nuevas generaciones en la creación de empresas basadas en el conocimiento que van ocupando distintos nichos en la provincia. Como señalaba antes, nuestra debilidad es la zona norte, que necesita una red adecuada de comunicaciones, una autovía que permita una buena conexión con el resto de la provincia y con el resto de Andalucía y de España y que empresas tan potentes como Covap tengan mucho más fácil la logística de recursos de que dispone y que tiene que poner en el mercado.

«Seguimos teniendo una Córdoba de dos velocidades. Una Córdoba en la capital y en la zona sur de la provincia, que están experimentando un gran desarrollo, mientras que la zona norte, como consecuencia de la despoblación y de que no se hayan encontrado alternativas económicas sólidas a la minería, sigue teniendo un retraso considerable»

– ¿Qué infraestructuras necesita la provincia de Córdoba para no descolgarse del crecimiento regional y nacional?
– Necesitamos autovías que mejoren las comunicaciones y también una mejora en las infraestructuras logísticas para que Córdoba pueda adquirir la relevancia geográfica que tiene como centro logístico y que debemos aprovechar al máximo.

– ¿Cuáles son los sectores que pueden o deben liderar el crecimiento de la economía cordobesa a medio-largo plazo?
– Además de la agricultura y el turismo, que son dos motores económicos importantes a los que no debemos renunciar, debemos fomentar, como en el resto de Andalucía, la creación de empresas basadas en el conocimiento, la creación de startups que sean generadoras de valor añadido, que generen empleos de calidad y, de esa manera, afianzar nuestra juventud en nuestro territorio y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo económico. Córdoba también tiene puestas sus esperanzas de crecimiento económico en el sector de la Defensa con la implantación de la Base Logística del Ejército de Tierra.

– En la actualidad, existe un desajuste entre la oferta y la demanda de empleo. Las empresas afirman no encontrar los perfiles que necesitan y, sin embargo, el nivel de paro entre los jóvenes es muy elevado. ¿Qué es lo que está fallando en el sistema?
– Quizá, el desajuste entre esa oferta y demanda se debe, por un lado, a un crecimiento muy acelerado de determinadas demandas tecnológicas y eso hace que el propio sistema educativo no tenga capacidad de asumirlo. Sin embargo, creo que contamos con herramientas suficientes como para darle un vuelco importante; un vuelco en el que juegan un papel importantísimo las cualificaciones profesionales en la especialización de las personas que ya tienen una formación determinada y, sin duda, debemos trabajar en una mejora de la flexibilidad en la oferta universitaria para que se pueda cubrir la demanda con rapidez, con todas la dificultades que eso conlleva. Y en eso, desde luego, es en lo que estamos trabajando desde el Gobierno de la Junta de Andalucía.

– ¿La formación profesional puede ser una solución para remediar este desajuste en el empleo? ¿Cuál es la oferta formativa de FP existente en la provincia cordobesa?
– El desajuste de empleo pasa, desde luego, por una Formación Profesional fuerte, bien valorada socialmente y también en una FP dual en la que tanto se está apoyando y trabajando desde la Consejería de Desarrollo Educativo, como también lo estamos haciendo en la Consejería de Universidad en la formación de grados. Esa formación dual debería facilitar muchísimo esa adaptación al empleo y también con las adaptaciones curriculares necesarias en nuestros títulos.

– Desde muchas universidades se asegura que es imposible cubrir la formación de los nuevos perfiles profesionales porque el sistema educativo retrasa en 5 o 6 años la creación de un grado. ¿Es posible agilizar este proceso?
– En Andalucía hemos tenido un problema, porque desde el año 2010 nuestras universidades no han podido ofertar ningún título que no estuviera recogido en el acuerdo alcanzado entre las universidades y la Junta de Andalucía y eso ha lastrado su competitividad. Por eso queremos hacer un mapa de titulaciones dinámico, que se renueve con una periodicidad de dos años.