Francisco Mesonero Fernández de Córdoba, director general de Fundación Adecco, ha sido protagonista del último ciclo ‘Directivos Líderes’ celebrado por Andalucía Económica en el marco del Foro Andalucía Madrid. El director de la publicación, Alfredo Chávarril, destacó el talento y humanismo como valores inherentes a este profesional, al que le une una gran amistad desde hace años. Licenciado en Derecho y MBA, Mesonero asegura sentirse afortunado de poder compaginar su vocación social con su trayectoria profesional, y ha sido uno de los impulsores en España en el desarrollo de políticas activas de empleo y gestión de la diversidad en el marco de la RSE. Le sobran reconocimientos, muchos profesionales y algunos curiosos como ser Cónsul Honorario de Malta y Caballero de Gracia Magistral de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta. Uno de los más especiales es, sin duda, la Medalla de la Ciudad de Sevilla que recibió en 2020 por su labor emprendedora en el ámbito del empleo y la inclusión laboral de las personas más vulnerables de nuestra sociedad a nivel local, nacional e internacional.

Como no podía ser de otra forma, Mesonero centró su ponencia en dos conceptos que maneja con soltura y maestría: diversidad e inclusión; y habló de la importancia de saber gestionar este tándem estratégico en el ámbito empresarial. “La diversidad es la diferencia que tenemos cada uno de nosotros, nuestro talento, nuestra experiencia, nuestra genialidad. Pero la diversidad por si sola no aporta nada a las compañías, necesita de la inclusión, que es la capacidad de gestionar esa diversidad y de poner en valor a cada persona. La diversidad es un valor estratégico de la compañía y la inclusión es un elemento que integra a todos los componentes de esa diversidad bajo un equipo colaborativo que es el que aporta valor a la compañía”, explicó el ponente.

Y matizó que la diversidad existe en todas las empresas, pero la clave está en gestionar esa diversidad, en sacar lo mejor de cada una de las personas que componen la organización “porque la riqueza de la diversidad radica precisamente en esa variedad de visión que tienen las personas”. De esta forma, la empresa no solo cumplirá sus objetivos, dará un paso adelante hacia su transformación e innovación. Mesonero resumió esta filosofía con una cita de Verna Myers, vicepresidenta de Estrategia de Inclusión en Netflix: “Diversidad es que nos inviten a todos a una fiesta, inclusión es que te saquen a bailar.”

Para que la diversidad y la inclusión sean conceptos intrínsecos en una compañía es necesario un liderazgo inclusivo por parte del CEO de la compañía, que sepa potenciar al 100% el pull de talento que cada persona tiene dentro de la organización. Y este liderazgo inclusivo conlleva una serie de ventajas que enumeró Francisco Mesonero:

Refuerzo del liderazgo. Está comprobado que aquellas empresas que de alguna forma practican la inclusión y tienen líderes que gestionan esa diversidad están mucho mejor valoradas.

Atracción y retención del talento. Aquellas empresas que atraigan talento de mujeres o de minorías en sectores donde habitualmente no están representados, como puede ser la industria, tendrán más capacidad para atraer talento por el hecho de apostar por esa diversidad.

Orientación al cliente. Las organizaciones deben ser un reflejo de la sociedad para entender sus necesidades y demandas. Por eso debe haber diversidad dentro de una empresa, diferentes culturas, edades, sexos…

Satisfacción laboral y compromiso de pertenencia. Todas las empresas que apuestan por la diversidad y la inclusión están en el ranking de las más deseadas para trabajar. El empleado valora trabajar con un grupo heterogéneo de personas porque esto le aporta valor.

También mencionó el ponente cuáles deben ser los atributos de un líder inclusivo, y en primer lugar está el compromiso en desarrollar una estrategia de diversidad inclusiva. En este sentido, Mesonero comentó a los presentes la iniciativa impulsada por la Fundación Adecco y la Fundación CEOE denominada ‘CEO por la diversidad’, alianza pionera en la que 61 compañías han asumido, a través de sus CEO, un compromiso para impulsar la diversidad y la inclusión; y el broche final será la presentación, el próximo 23 de febrero, del primer Libro Blanco de España sobre la Diversidad e Inclusión. Esta alianza se mantiene abierta a la entrada de otras compañías.

Un líder inclusivo debe asimismo conocer los sesgos inconscientes y los prejuicios que hay dentro de su compañía, y hacer lo posible por derribarlos. “Si contratas a una persona con discapacidad y algunos trabajadores tienen prejuicios, van a pensar que está por la cuota y que no va a hacer bien su trabajo”. Asimismo, según Mesonero un líder inclusivo tiene que ser una persona valiente, con coraje, que sea un agente de cambio. Y también debe ser una persona curiosa, que hable con todos los empleados y se preocupe por su situación laboral. Otro aspecto importante –subrayó el ponente– es la colaboración; “un líder inclusivo debe saber gestionar equipos integrados por personas diferentes, algo que no es fácil. Hay que empoderar a las personas para que se sientan cómodas dentro del equipo”.

La inteligencia cultural es otro aspecto que define a un líder inclusivo, es decir, la comunicación verbal para que los trabajadores le entiendan, le vean cercano, con respeto pero sin miedo. “Es una tarea ardua y hay que tener doble rasero para saber llegar a todo el mundo sin crear suspicacia”, dijo Mesonero.

En definitiva, en opinión de este profesional, pionero en Responsabilidad Social en España, “la sostenibilidad y el progreso social constituyen el ser o no ser empresarial. Las empresas deben integrar la diversidad y la inclusión como pilares estratégicos dentro la compañía. Además, en esta coyuntura puedes generar valor para personas que lo necesitan, colectivos vulnerables que están perdiendo sus empleos, y pasar de ser una empresa socialmente responsable a ser una empresa sostenible y con propósitos”.

Y en este punto, Mesonero subrayó la importancia de no dejarnos llevar por prejuicios y estereotipos, una barrera sólida a la inclusión laboral. “Es necesario que el responsable de Recursos Humanos y el conjunto de la organización, comenzando por el CEO; eliminen esos prejuicios y estereotipos y no se discrimine a personas porque piensan que no van a hacer bien su trabajo. Se necesita un cambio cultural, de mentalidad, pero esto es algo que no se consigue de la noche a la mañana”.

Debate
La ponencia de Francisco Mesonero generó un debate posterior. A preguntas de los asistentes, el ponente señaló que, como ocurre con otras políticas de Responsabilidad Social Empresarial, las políticas de integración se ven mermadas en situaciones de crisis económica como la actual, aunque no desaparece el compromiso que tienen las empresas con esta filosofía.

La destrucción de empleo la están sufriendo en mayor medida colectivos desfavorecidos, pero en su opinión, “cuando acabe esta crisis, las empresas van a estar más convencidas de la necesidad de apostar por estas políticas, van a entrar con más fuerza en este tema de diversidad e inclusión, sin pensar en cuotas o en leyes”. Indicó que en Andalucía hay un tejido importante de pymes muy sensibilizadas con este tema, y aseguró que los empleados agradecen que la empresa esté comprometida con personas necesitadas, valoran la inclusión y la RSE.

En los últimos años, se ha avanzado en este tipo de políticas porque el Gobierno premia a las empresas socialmente responsables, aunque otras van más allá y actúan en este sentido de forma voluntaria. “Esto no es una carga, es una estrategia sostenible que beneficia a las empresas y les aporta valor”, indicó Mesonero.

El responsable de una consultora de recursos humanos, presente en el acto, lamentaba la dificultad de lograr una verdadera inclusión y diversidad en las empresas cuando éstas ya tienen definido un perfil de sus potenciales empleados. “Si una empresa quiere ser responsable y alinearse con los ODS, debe aceptar la ayuda de las consultoras de recursos humanos. Hay que trasladar a la empresa cliente que el profesional de RRHH tiene la responsablidad de buscar el perfil que le hace falta a la compañía”.

En este punto es clave el cambio cultural que implica la diversidad y la inclusión, que requiere al menos un año de trabajo y esfuerzo, pero como ya había indicado, “el futuro es ser o no ser socialmente responsables. Una empresa tiene que hacer lo que sabe hacer y luego hacer RSE, bien con recursos propios o mediante colaboraciones”.