Los agentes sociales del sector cementero andaluz, la Agrupación de Fabricantes de Cementos de Andalucía (AFCA), MCA-UGT-A y CCOO Construcción y Servicios de Andalucía han advertido que la decisión del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) de modificar sus normas urbanísticas para impedir que ninguna empresa pueda usar combustible procedente de residuos (valorización energética de residuos), puede poner en peligro la viabilidad futura de la fábrica de cemento del grupo Cementos Portland Valderrivas en Alcalá.
Portland alcala
El presidente de Flacema, Jorge Wagner, ha manifestado que no parece lógico que, mientras por un lado se intenta promover el empleo y atraer nuevas industrias a Andalucía, por otro se pongan trabas y dificultades a las industrias existentes, peligrando su viabilidad futura ante la clara pérdida de competitividad. Wagner ha puntualizado que mediante la valorización energética que pretende Cementos Portland Valderrivas con su proyecto, se aporta una solución de tratamiento mucho más sostenible y segura a residuos que no tienen opción de ser ni reutilizados ni reciclados y que van a parar a vertederos. Los vertederos ya suponen un problema ambiental de gran envergadura para Andalucía, y para el resto de España, que no está cumpliendo con las directrices europeas de reducción de residuos enviados a vertederos.
Los dos vicepresidentes de Flacema, Manuel Jiménez (secretario general de MCA UGT-A) y Ángel Gómez (vicesecretario general de CCOO Construcción y Servicios-A), han alertado seriamente que la fábrica de Alcalá, con esta decisión del ayuntamiento, queda en una clara situación de falta de competitividad respecto al resto de fábricas, con el riesgo que ello supone para el mantenimiento de la actividad industrial y del empleo. Los representantes sindicales de Flacema han indicado que la utilización de residuos como combustibles en las cementeras (en el caso de Alcalá, no peligrosos), es algo completamente usual, normal y seguro. De hecho en las fábricas de cemento de los países europeos más avanzados (Alemania, Francia, Holanda, Países Bajos, etc.), esta práctica se lleva a cabo desde hace más de 30 años. En España, de las 33 fábricas de cemento que existen en la actualidad, 29 utilizan de manera habitual este tipo de combustible. Cabe recordar que la fábrica de Alcalá de Guadaíra ya cuenta con el visto bueno de la Junta de Andalucía para utilizar estos combustibles. Cuando una fábrica decide empezar a utilizar este tipo de combustibles, la administración competente le impone unas limitaciones en las emisiones aún más exigentes que las de partida, con lo cual pasa a ser una actividad todavía más segura, tanto para el medio ambiente como para las personas.
Según el director gerente de Flacema, Manuel Parejo, el sector cementero ha sufrido una bajada en el consumo interno de cemento de más del 80% entre 2007 y 2014. La gran mayoría de las fábricas sobreviven hoy día gracias a la actividad exportadora. Vetar a la fábrica de Alcalá de Guadaíra a que pueda utilizar el mismo tipo de combustible que su competencia, le cerraría las puertas a la exportación, con lo cual quedaría en una situación ciertamente comprometida. No parece razonable que una cementera en Alcalá de Guadaíra no pueda funcionar de la misma manera que otra situada en cualquier otro punto del país, y se le impongan restricciones y dificultades añadidas totalmente injustificadas.
Flacema lamenta profundamente la manipulación de información que algunos grupos están realizando, ya que ponen en riesgo la continuidad de una actividad industrial generadora de valor y empleo de calidad, que es lo que Andalucía está precisando potenciar. Desde Flacema se ha matizado que es completamente falso que Cementos Portland Valderrivas pretenda valorizar el triple de residuos que el conjunto de cementeras andaluzas. Al contrario de lo que afirman estos grupos, esta empresa está claramente comprometida con el respeto al medio ambiente y con la salud de todas las personas que conviven en el entorno de su fábrica (trabajadores y vecinos). La utilización de residuos como combustibles en Alcalá, sí supondría una menor emisión de CO2; hay que tener en cuenta que, en la actualidad, algunos de los residuos generados en el entorno de Alcalá son trasladados varios cientos de kilómetros para ser tratados en otras fábricas de cemento de Andalucía.