La premiada almazara malagueña Finca La Torre, una de las más reconocidas del sector en nuestro país, empezó a finales de septiembre la recolección de la aceituna con la que produce sus afamados aceites de oliva virgen extra. De acuerdo con las previsiones de Víctor Pérez —ingeniero agrónomo y responsable de toda la producción de estos singulares ‘oros líquidos’—, desde finales de septiembre, y hasta los últimos días de octubre, se recolectarán unas 400 toneladas de aceituna: 200 toneladas corresponden a la variedad hojiblanca —parte de estas proceden de árboles centenarios—, 150 a arbequina y las otras 50, a las variedades cornicabra y picudo. En total, se prevé que la producción de las cuatro variedades de AOVE alcance las 70 toneladas.

Estas cifras son menores que las de la anterior campaña, en la que se recolectaron unas 700 toneladas de aceituna –un 42,86 % menos– y se elaboraron 115 toneladas de aceite, cifra un 39% menor que la registrada en el anterior periodo. Según Pérez, esta caída de la producción se debe a la prolongada sequía y al caluroso verano, que han reducido la cantidad de frutos de los olivos y han acelerado su maduración. Como explica el gerente de Finca La Torre, «la aceituna tiene menos humedad y, durante el proceso de elaboración del aceite, perderá menos antioxidantes. Así, el aceite resultante será más potente, amargo y picante, de excelente calidad».

Además, según Pérez, «este año, debido a la menor producción, los precios del aceite estarán muy altos, y a muchos productores –no en un nivel gourmet como es en el que nosotros nos movemos, pero sí en otros inferiores– les saldrá más rentable ahorrarse dinero en la recolección y en otros procesos y elaborar un aceite lampante, por ejemplo, por el que cobran 3,85 euros, que un buen AOVE y recibir 4 euros. Por ello, es muy probable que haya menos cantidad de aceite de gran calidad en el mercado». En Finca La Torre han tomado medidas, además, para protegerse contra la intensa escalada de los precios de la energía: han instalado placas solares para cubrir parte de sus necesidades mediante un sistema verde, totalmente en línea con su compromiso con la sostenibilidad.

Más que aceite
Finca la Torre no solo produce un soberbio aceite, sino que tiene una interesante oferta de oleoturismo para difundir la milenaria cultura en torno a la aceituna de la zona. Se está trabajando en un pequeño alojamiento rural, con cuatro habitaciones, dos baños completos y cocina equipada, ideal para pasar unos días. Aquellos que no dispongan de tanto tiempo, pueden actualmente realizar alguna de sus visitas guiadas y, por supuesto, disfrutar de sus excelentes productos en las catas. En cualquier caso, la finca, gracias a su apuesta por la agricultura biodinámica, es hoy un enclave singular y muy interesante desde el punto de vista ambiental.

De hecho, forma parte del programa ‘Olivares Vivos’, un proyecto en torno a la olivicultura que busca revertir la degradación de los espacios dedicados a la producción de aceite. Para ello, se apuesta por incrementar la rentabilidad del olivar a partir de la recuperación de la biodiversidad. Para este proyecto demostrativo, desarrollado en diferentes espacios, se apuesta por la introducción de ciertas prácticas, como el manejo de cubiertas herbáceas, la plantación de diversas especies arbóreas, arbustivas y herbáceas y se aboga por la creación de elementos funcionales para albergar fauna, tales como cajas nido o la implantación de charcas y bebederos. Gracias a los animales que proliferan entre los olivos de Finca La Torre, es posible avistar aves autóctonas, tales como arrendajos, búhos y lechuzas.

Como explica Víctor Pérez, gerente de Finca La Torre, «la aceituna tiene menos humedad y, durante el proceso de elaboración del aceite, perderá menos antioxidantes. Así, el aceite resultante será más potente, amargo y picante, de excelente calidad»

P.V.P. AOVE Finca La Torre Hojiblanca/Arbequina Selección:
• Botella de 500 ml: 18 €.
• Botella de 250 ml: 11 €.

A la venta en tiendas gourmet especializadas y página web www.fincalatorre.com


Finca La Torre

Situada a tan solo 15 minutos del centro de Antequera, la trayectoria de Finca La Torre como productora de “oro líquido” se remonta a épocas romanas, como demuestran los restos encontrados en las inmediaciones de la finca, cuando los romanos la replantaron de olivos e instalaron el primer molino de piedra. En torno al año 1260, se construyó la torre vigía que le da nombre y que aún domina el paisaje sobre una de sus colinas. Los aceites de Finca La Torre son aceites de autor que llevan la firma del ingeniero agrónomo Víctor Pérez. Desde que en 2011 se incorporara a la empresa, Víctor se autoimpuso, por pasión y convicción, el cometido de elaborar el mejor aceite de oliva virgen extra del mundo y conseguir lo que nadie antes ha logrado en el sector oleícola: mantener el mismo perfil organoléptico en todos los aceites que elabora campaña tras campaña. Para ello apostó por una filosofía de trabajo de respeto al medio ambiente y por una agricultura no solo ecológica –que implica ausencia de productos químicos y mínima intervención en los procesos– sino también biodinámica.

A lo largo de su historia reciente, Finca La Torre ha reunido un impresionante palmarés en el sector oleícola. Sus monovarietales han cosechado numerosos e importantes premios a la excelencia que cualquier otro AOVE en tan poco tiempo. Entre ellos, el Premio Alimentos de España al Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra –que otorga el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación– durante cinco campañas, algo inédito hasta la fecha. Este impresionante palmarés se completó el año pasado, y por segundo consecutivo, con la obtención de 100 puntos sobre 100 en la prestigiosa revista Flos Olei, referente mundial en materia oleícola –la máxima calificación otorgada hasta el momento por dicha publicación–.