En las antiguas culturas del Medio Oriente los hammam desempeñaron un importante papel como punto de reunión social, ritual de higiene, e incluso como elementos arquitectónicos. Esta costumbre diaria andalusí se ha recuperado en la actualidad, convirtiéndose en una nueva opción de ocio saludable y en un revulsivo cultural y turístico. Imagen en penumbra baño hamman Al Andalus Málaga
Ésta fue la apuesta de unos jóvenes emprendedores que en el año 1998 decidieron restaurar la costumbre diaria andalusí de tomar baños de vapor para limpiar el cuerpo y relajarse. Desde entonces, han constituido cuatro hammam, en Granada, Córdoba, Madrid y, el más reciente, en Málaga, que se inauguraba este año con una inversión de cinco millones de euros y una plantilla inicial de más de 50 personas. Todos estos hammam están situados en los cascos históricos de estas emblemáticas ciudades. Sostienen sus promotores que “somos los auténticos baños árabes, y nos distanciamos categóricamente de otras opciones de ocio parecidas”. Imagen baño Hamman Al andalus Málaga
El nuevo Hammam Al Ándalus de Málaga se encuentra en la antigua Medina, muy cerca de los restos de la muralla árabe. Se ha recuperado un conjunto arquitectónico monumental, en el que se ha restaurado una fachada del siglo XVII de alto valor patrimonial. En su interior, más de 15 pozos excavados a 150 metros de profundidad forman un circuito geotérmico de última generación, que aprovecha la energía de la tierra y produce el calor y el frío necesarios para mantener la temperatura de las cinco termas y los cerca de 1.300 m2 de instalaciones. En definitiva, “se trata de un espectacular ejemplo de innovación en eficiencia energética”.
Como explican sus promotores, “lo que nuestros visitantes encontrarán es un lugar mágico, acogedor, donde la ambientación nazarí’ supone el marco ideal para dejarse llevar por los cinco sentidos. La luz, las diferentes temperaturas del agua, los aromas que embriagan el cuerpo y alma, los masajes, la suave música andalusí… todo está preparado para olvidarnos del exterior, hacer un viaje en el tiempo”.
La esencia de Hammam Al Ándalus es el baño, un recorrido libre de contrastes térmicos por las diferentes salas: templada, caliente, fría y vapor. El baño puede alternarse con periodos de relax en la sala de reposo, disfrutando de un té y de música andalusí. También es posible disfrutar de otra de las tradiciones andalusíes, los masajes con jabón natural, guante de kessa, espuma o aceites esenciales, que dejan la piel suave y perfumada y produce una agradable sensación de bienestar. Pero no acaba aquí el compromiso de Hammam Al Ándalus por promover la cultura y las tradiciones andalusíes. Y es que cada año desarrolla varios programas de actividades relacionadas con la literatura, la música y otras costumbres colectivas que los árabes nos dejaron como herencia.