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La Grazia es un restaurante italiano ubicado en la avenida Eduardo Dato 23 de Sevilla, inspirado en las recetas tradicionales que se cocinaban en los conventos y monasterios durante la Alta Edad Media y el Renacimiento. Una gastronomía que gira alrededor del vino y el trigo y que, con sus formas y texturas, representa la esencia de la cultura mediterránea. Referencias que se traducen en un espacio de aire conventual, en el que se funden mármol, cerámica, cal, madera y cuero, y que, siguiendo también la usanza monástica, se divide en cuatro áreas diferentes.
En primer lugar, el ‘Belvedere’, una amplia terraza ajardinada para comer bajo el aroma de los jazmines. Al entrar en la Grazia nos topamos con la ‘Bottega’, que dispone de una cuidada selección de vinos italianos y españoles, cervezas artesanales y vermuts. También de una carta de espirituosos, licores premium y cócteles preparados con esmero. En el corazón del local está el ‘Forno’, un gran horno que se utiliza para cocer la pasta y el pan, cuya elaboración se hace a la vista del público. Y Por último el ‘Refettorio’, un espacio de comedor compuesto por mesas de diferentes tamaños y alturas.
En La Grazia se sirve una selección de platos y postres populares de la gastronomía italiana, pasados por una óptica contemporánea. Una cocina sin artificios, repleta de sabor y amor, que se elabora a diario con el apoyo de proveedores de alta calidad, tanto italianos como locales. Todos estos platos están realizados con una selección de harinas biológicas, molidas a la piedra, y diferentes ingredientes gourmet con denominación de origen.
Su carta incluye algunos de los Antipasti más populares del sur de Italia, además de lasañas, pastas de trigo artesanales y risottos (para los que se utiliza el típico arroz italiano, el ‘risso valone nano’), que se preparan siguiendo recetas tradicionales. Las carnes y pescados, elaboradas a la brasa, varían en función de la oferta de mercado. Y no hay que olvidar las delicias que salen de nuestro ‘santo horno’: pizzas clásicas ‘Tondas’, suculentos calzones, mazzas y formatos más singulares, como la Scrocchiarella.
Pero sin duda alguna, el plato estrella es la pizza gourmet o ‘Santa Pizza’. Con una masa esponjosa y crocante al mismo tiempo, su característica principal es que se elabora en dos tiempos. En primer lugar se introduce la masa en el horno, acompañada por pomodoro. En un segundo paso, y tras tres minutos de cocción, se añaden todos los ingredientes. Tras este cuidadoso proceso se obtiene una pizza de un alto valor gastronómico, única por su sabor, y que es ideal como plato de degustación.