El Alcázar es un hotel de casi 100 habitaciones, con más de medio siglo, ubicado en el número 10 de la Avenida Menéndez Pelayo de Sevilla. Muchas de sus habitaciones destacan por las vistas a los jardines de Murillo, El Real Alcázar de Sevilla, el Barrio de Santa Cruz, la catedral y la Giralda. A pesar de todos los años que lleva abierto y la cantidad de huéspedes que han pasado por este hotel, desde 2013 ha sufrido diferentes reformas para relanzarlo al mercado.
Estas obras han permitido reformar habitaciones, dotándolas de todas las comodidades que un huésped necesita durante su estancia, un cambio de fachada de piedra natural ventilada que produce un importante ahorro energético y, por último, durante estos últimos 4 meses, se ha acometido una reforma de instalaciones, zonas comunes y accesibilidad, que lo han convertido en un hotel mucho más moderno y adaptado a los nuevos tiempos, que pone de manifiesto el convencimiento de los socios de seguir apostando por el turismo a pesar de la crisis actual.
El Hotel Alcázar, que comenzó el año recibiendo un premio otorgado por Caixabank Hotels & Tourism al mejor hotel de Andalucía Occidental, al igual que otros negocios, tuvo que echar el cierre cuando se inició el confinamiento y ante la ausencia de turistas en la ciudad, aprovechando este momento, se decide acometer una importante reforma de la mano del arquitecto Javier Betancourt.
El proyecto de rehabilitación del inmueble ha supuesto una inversión de más de 400.000 euros, que ha servido para relanzar al establecimiento como un hotel moderno y accesible para todo tipo de personas. Sin olvidar por supuesto, la importancia que tiene esta reforma también para los trabajadores del propio hotel, creando un lugar mucho más luminoso, amplio y cómodo para el trabajo de recepcionistas, camareras de planta y otros departamentos. Para la decoración de las zonas comunes se ha apostado por una original y variada colección de obras de arte, originales y de indudable belleza, para el disfrute de todos los huéspedes que eligen el Hotel Alcázar para descansar.
«Queremos que se convierta en un establecimiento emblemático para nuestra ciudad, y especialmente para el sector turístico, tan afectado en este momento a causa del coronavirus», afirma Marcial Ybarra, que junto a su socia María Calvente administran mancomunadamente la sociedad que gestiona el hotel, quienes aseguran que este proyecto va a consolidarse para aportar prestigio y calidad a la oferta hotelera de Sevilla.
En cuanto a las expectativas del último trimestre del año, hay muchísimas dudas, habrá que ver cómo evoluciona la situación del turismo en general, con una atención especial a cómo se pueden desarrollar ferias, congresos, reuniones de negocios y otro tipo de eventos, para poder tomar el pulso de la realidad a la que nos enfrentamos de una manera más precisa».
En este sentido, señala Ybarra: «todo nuestro equipo que conforma la plantilla del Hotel Alcázar ha hecho los deberes de manera ejemplar para prepararse frente al Covid-19 y acoger viajeros con las mayores garantías, los datos que se van publicando ponen de manifiesto que estamos en una situación sin precedentes y que tiene un impacto generalizado, que no sólo afecta a España, también a Europa y al resto del mundo, a lo que hay que sumar las restricciones de muchos países que afectan a la movilidad. La actividad hotelera de Sevilla depende, en gran medida, de la demanda extranjera y, por ello, estamos en una situación de gran incertidumbre».
Hoy, en plena crisis Covid-19, momento de claro retroceso del sector, con limitaciones y restricciones en la mayoría de los mercados emisores, supone un gran reto inaugurar un establecimiento con un posicionamiento tan exclusivo como el Hotel Alcázar, se apuesta firmemente por la reactivación del turismo, y esto pasa sin lugar a dudas, por intentar mejorar la oferta, para posicionarlo como un destino seguro y exclusivo, y a la vanguardia del sector.
