Esta iniciativa de la Universidad de Jaén, que cuenta con la colaboración de varias empresas relacionadas con el sector, trata de poner en valor las virtudes saludables del aceite de oliva después de que el polémico semáforo de Nutriscore no incluyera los polifenoles en su controvertido algoritmo nutricional, provocando así una clasificación inadecuada y confusa para el consumidor al no diferenciarlo de otros aceites que no han demostrado los beneficios para la salud del aceite de oliva.

Las bondades para la salud de los aceites de oliva han sido refrendadas por una rigurosa y amplia evidencia clínica, desde la mejora de la gestión y consecuencias del colesterol LDL, hasta la mejora de los perfiles lipídicos, el síndrome metabólico y la función endotelial en diabéticos.

Por el momento, la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA) se ha comprometido a analizar cuidadosamente los resultados de Nutriscore, puesto que contradice lo que hace años ella misma concluyó sobre los aceites de oliva con un contenido mínimo de polifenoles.

Este innovador premio valorará por primera vez, además de las cualidades organolépticas, el nivel mínimo de compuestos fenólicos requeridos por la regulación EC 1924/2006, que garantizan su alto beneficio para la salud del consumidor. Seguirá un estricto protocolo y contará con catadores de reconocida solvencia internacional elegidos por el ‘Centro de Estudios Avanzados en Olivar y Aceites de Oliva’ de la UJA. El Instituto de la Grasa de Sevilla será quien certifique los niveles de compuestos fenólicos que deberán demostrar los candidatos para poder acceder a ser valorados por el panel de catadores.

Los aceites participantes podrán proceder de cualquier lugar del mundo, siempre que sean de la campaña 21/22. La inscripción se realizará a través de la web www.healthandflavourawards.com.

Para el catedrático de Universidad del Área de Ingeniería Química, Sebastián Sánchez Villasclaras, “este concurso de carácter internacional, con objetivos diferentes a los premios de calidad sensorial ya establecidos, pretende realizar una valoración conjunta de la capacidad antioxidante y de las características sensoriales de los aceites de oliva vírgenes extra, incidiendo de forma especial en aquellos aceites producidos en cosecha temprana. En este sentido, este premio trata de relacionar los efectos saludables y las características organolépticas de los aceites de oliva vírgenes extra”.

El director general de Genosa, Carlos Peña, indica que “la innovación y el esfuerzo de los agricultores permitirá que el consumidor aproveche todas las ventajas que aporta el aceite de oliva virgen extra con el contenido de compuestos fenólicos correspondiente. Son muchos los estudios clínicos que han demostrado las tremendas bondades que aportan estos compuestos. Este Premio es una magnífica iniciativa”.

Por su parte, José Luis Ruiz-Tagle, director de Desarrollo de Negocio de Tetra Pak cree que “este Premio refuerza la necesidad de emplear un envase y proceso de envasado que proteja al máximo nivel, el aceite de oliva de oxidación la luz y del aire, dado que el aceite de oliva es uno de los alimentos más sensibles que existen a la oxidación. De este modo el aceite de oliva virgen extra puede conservar los beneficios saludables. Los consumidores tienen que conocer estos beneficios a través de los mensajes que las marcas hacen en los envases, y los de Tetra Pak permiten una comunicación de 360º en sus envases”.

El director general de Alfa Laval Iberia, Javier Ortiz, destaca que “tenemos una clara estrategia enfocada al desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a conservar al máximo los polifenoles en el proceso de extracción de aceite de oliva por ello celebramos que se organicen estos premios y se ponga en valor a aquellos productores que luchan por obtener un producto más saludable y de mayor calidad”.

En palabras de Paula Lopes -Chief Quality Officer de Deoleo: “celebramos y apoyamos el nacimiento de iniciativas como esta, que contribuyen a reforzar el posicionamiento de Andalucía como región líder en la producción de aceite de oliva del mundo. Es una gran oportunidad para poner en valor uno de los productos más vinculados a la tradición española y llevar el aceite de oliva a la posición que le corresponde, por sus excelentes niveles de calidad y propiedades saludables”.

Nutriscore: un polémico algoritmo genera un sistema de clasificación muy cuestionado
El nuevo sistema de valoración y clasificación nutricional semáforo Nutriscore abarca un rango que va desde el color verde al rojo y de la letra A a la E, evaluándose por su contenido por 100 g o 100 ml, siendo la A la que informa sobre el mayor valor nutricional y la E, la peor.

Este sistema valora al aceite de oliva con la letra C y color amarillo de puntuación, es decir, lejos de la A y color verde, lo que cuestiona sus bondades saludables.

Las valoraciones de este sistema algorítmico de iniciativa francesa han sido bien acogidas en algunos países, pero ha generado enormes dudas en otros muchos que se han mostrado disconformes al considerar que perjudican gravemente a varios alimentos de la Dieta Mediterránea, distorsionando su verdadero valor nutricional.

El sistema de cálculo que se aplica no ha tenido en cuenta que los aceites oliva contienen compuestos fenólicos que les hacen completamente distintos a aceites de otras fuentes vegetales.

A favor del diseño de este algoritmo de valoración se encuentran los autores de dicho sistema, quienes argumentan que el aceite de oliva es una fuente de ácidos grasos con contenido calórico elevado y que no se diferencia de otros aceites vegetales con perfiles de ácidos grasos similares. A pesar de que esta afirmación contradice todos los estudios nutricionales elaborados hasta la fecha, los autores de Nutriscore sostienen que el sistema que han diseñado tiene en cuenta numerosas variables.

No parecen considerar la abundante bibliografía científica y clínica que confirma que los aceites de oliva con contenido en compuestos fenólicos, han demostrado innegables bondades para la salud, dándose la paradoja de que la UE (EC 1924/2006) incluyó a estos aceites en el listado de ingredientes/alimentos que podrían alegar en su etiquetado que contribuyen a la protección de los lípidos en sangre frente al estrés oxidativo, uno de los riesgos más prevalentes en las patologías cardiovasculares.

Se comete una flagrante contradicción que genera un claro perjuicio para el prestigio del producto y, por ende, a los productores del sector, además de provocar una gran confusión en el consumidor al que se le da información completamente diferente a la que tenía hasta el momento.