Más de 515.000 personas en Andalucía han recibido algún tipo de ayuda solo en el marco del Plan Cruz Roja Responde frente al coronavirus, el programa especial que la Institución puso en marcha para dar respuesta a las consecuencias de la pandemia y del que se cumple un año este mes de marzo. Esta cifra supone es tres veces superior a lo que estaba previsto a comienzos de este plan.

El aumento de la demanda de ayuda de personas vulnerables golpeadas por la emergencia sanitaria y social ha superado todas las expectativas, a pesar de lo cual la Organización ha reaccionado dando una respuesta proporcionada a las necesidades, incrementando los esfuerzos cuando ha sido necesario. Gracias a la solidaridad de la ciudadanía, empresas, medios de comunicación y otras organismos y administraciones públicas, ha sido posible esta respuesta sin precedentes en la historia de Cruz Roja Española. En el conjunto del país, se ha invertido más de 108 millones de euros para el Plan Cruz Roja Responde, considerado la mayor operación de la Institución en cuanto a movilización de recursos, capacidades y personas. También cabe destacar el enorme esfuerzo realizado por el voluntariado de Cruz Roja: más de 66.500 personas han entregado su tiempo y apoyo dentro del citado plan, de las cuáles más de 9.300 personas se movilizaron en Andalucía.

El Plan Cruz Roja Responde cumple ahora 12 meses. Se puso en marcha en el mes de marzo, coincidiendo con la declaración del primer estado de alarma en España, cuando la enfermedad de la Covid-19 ya estaba considerada como pandemia mundial. Sin embargo, los meses previos Cruz Roja Española ya había emprendido acciones de sensibilización, con mensajes que hacían hincapié en las medidas de prevención y de higiene que hoy día todo el mundo conoce.

La actividad de Cruz Roja en Andalucía a través de su plan Responde ha tenido una perspectiva integral, que incluía iniciativas en el ámbito de lo social, el de la salud, pero también la atención psicosocial, la educación o el plano laboral. Además de la ayuda más urgente como el reparto de alimentos o productos de primera necesidad (se han realizado más de 164.193 entregas de bienes y más de 124.956 ayudas económicas), se han llevado a cabo llamadas seguimiento telefónico identificadas como especialmente vulnerables, ofreciendo información, apoyo y orientación en temas de salud, sociales y laborales. También se han entregado tablets y se ha facilitado internet a familias con hijos e hijas, para evitar que la brecha digital les impidiera mantener el nivel académico durante la pandemia.

Las limitaciones de movilidad y las medidas de prevención frente a los contagios llevaron al voluntariado a adaptar gran parte de su actividad, especialmente con los colectivos más vulnerables, como las personas mayores que han sufrido especialmente situaciones de confinamiento. En este sentido, todas aquellas acciones de acompañamiento frente a situaciones de soledad se realizaron desde un primer momento a distancia, a través de llamadas, para hacer un seguimiento de las más de 46.000 personas mayores en Andalucía que participan en proyectos de Cruz Roja Española. El voluntariado las acompañó a través de estas llamadas, les proporcionó alimentos y medicinas en sus domicilios y mantuvo con ellas un seguimiento continuo, facilitando ejercicios y actividades que evitaran que el confinamiento se convirtiera en un aislamiento social que afectara a su salud. Las actividades de acompañamiento presencial y sobre todo de movilización se han ido recuperando de manera progresiva, siempre con todas las medidas de seguridad posibles.

“Cruz Roja Española se enfrentaba a un desafío inédito en nuestra historia, que ha sido posible afrontar gracias al compromiso de nuestro voluntariado y de nuestro personal técnico, que ha estado en primera línea desde el primer momento a pesar de las limitaciones, del riesgo y de las dificultades”, ha expresado la Presidenta Autonómica de Cruz Roja Española en Andalucía, María del Mar Pageo: La respuesta solidaria de la sociedad a nuestro llamamiento también ha permitido que hayamos podido atender a más de medio millón de personas en toda Andalucía: hemos sumado a nuevas personas voluntarias, nuestros socios y socias han seguido colaborando pese a las dificultades, y hemos recibido el apoyo de cientos de donantes, empresas, entidades y administraciones públicas, que han confiado en Cruz Roja Española para contribuir a paliar los efectos de la pandemia. La pandemia nos obligó a adaptarnos, a ser más flexibles en nuestra intervención, sin dejar atrás a las personas vulnerables, no solo las afectadas por la crisis sino también todas aquellas con las que trabajábamos antes”.

El incremento de la demanda de ayuda urgente por parte de la población andaluza ha venido acompañado de una respuesta de solidaridad en toda la sociedad, que se ha manifestado en el apoyo al plan Cruz Roja RESPONDE por parte de cientos de donantes particulares, de empresas andaluzas, así como las personas socias de la Institución. En este duro año, Cruz Roja Española en Andalucía también ha contado con la ayuda de administraciones públicas, tanto autonómica, como provinciales y locales, con iniciativas como la ‘tarjetas monedero’, con apoyo de la Consejería de Igualdad de la Junta de Andalucía; así como ayudas económicas gestionadas por Cruz Roja Española con el apoyo de ayuntamientos de ciudades como Sevilla, Granada, Málaga, Mijas, Almería o Córdoba, y de diputaciones como las de Huelva, Jaén o Cádiz. Con su soporte se ha facilitado ayuda urgente a personas que habían perdido todos sus ingresos en una situación de emergencia cuya recuperación se prolongará en el tiempo. En total, Cruz Roja Española ha invertido en todo el país 108 millones de euros en el desarrollo del Plan Cruz Roja Responde. Respecto al origen de los fondos, el 22% corresponde a donativos particulares, el 28% a donaciones de empresas y el 50% a las administraciones públicas.

El impacto del coronavirus – Boletín de Vulnerabilidad
La crisis sanitaria y socioeconómica provocada por la Covid-19 ha supuesto un impacto en toda la sociedad, aunque con mayores consecuencias en la población que ya se encontraba en situación de vulnerabilidad con la que Cruz Roja Española ya venía trabajando para mejorar su situación frente a situaciones de exclusión. Con todo, la emergencia ha llevado a que las consecuencias de la pandemia se hayan extendido a una parte de la población que hasta ahora no se consideraba vulnerable: Se calcula que un 21% de las personas atendidas por Cruz Roja en el último año son nuevas personas usuarias y no habían recibido ningún tipo de ayuda anteriormente.

Así lo recoge el Boletín de Vulnerabilidad Número 20 de Cruz Roja Española, presentado este jueves 11 de marzo, y que estudia cómo ha sido el impacto de la pandemia en la población atendida en el plan Responde.

El estudio que un 67% de las personas atendidas dentro del plan Cruz Roja Responde son mujeres, lo que supone un indicio de cómo la desigualdad de género tiene también su reflejo en las desigualdades sociales. El 73,4% de las personas atendidas son españolas y el 52,1% tiene estudios secundarios o superiores.

Desarrollado en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid, el Boletín sobre Vulnerabilidad indaga también en la información sobre los ingresos, situación ocupacional y los factores asociados a la salud, vivienda y protección social de estas personas con el fin de ofrecer información relevante a todos los actores implicados en la respuesta a la pandemia desde las administraciones públicas, agentes sociales, tercer sector y academia.

Situación socioeconómica y Riesgo de Pobreza y Exclusión Social
La situación socioeconómica establece considerables diferencias entre las personas incorporadas a raíz de la pandemia y las que habían tenido alguna relación con Cruz Roja previamente: entre las nuevas, las personas jubiladas sólo representan el 13,2% (antes eran el 51%), aumentando sobre todo el desempleo (51,7%, frente al 24,8%) y, en menor medida, la proporción de personas ocupadas (25,3% cuando antes representaban el 14,6%). La tasa de trabajadores pobres es, para el conjunto de la población atendida, del 82,3% y, para las personas de nueva incorporación, del 90,2%.

Quienes han acudido a Cruz Roja por primera vez tras la pandemia afrontan las situaciones más dramáticas: el 95,2% de sus hogares están en riesgo de pobreza o exclusión (frente al 73,8% del grupo que ya estaba siendo atendido por Cruz Roja. AROPE), el 92,6% están por debajo del umbral de la pobreza (antes, el 67,2%), el 63,1% experimentan privación material severa (antes era el 39,3%) y el 56,2% tiene en paro a todos sus miembros en edad laboral (frente al 50,7 de las personas que ya estaban siendo atendidas por Cruz Roja. BITH).

La situación económica ha empeorado como consecuencia del contexto creado en torno a la pandemia para un 23% de personas atendidas por Cruz Roja, que han visto reducidos sus ingresos en comparación a los que percibían antes. En estos hogares, de media se ha pasado de tener unos ingresos mensuales de 1.057€ a 486€.

Este empeoramiento de los ingresos está más extendido entre las personas que acuden a Cruz Roja por primera vez tras la pandemia. El 38,2% de estos hogares reflejan esta circunstancia. La caída de ingresos está en la raíz de las enormes diferencias que se dan en el resto de los parámetros.

Globalmente, los ingresos medios por hogar eran de 885€, por persona de 369€ y el 12,4% de los hogares no tenían ningún ingreso, llegando a representar el 22% entre los hogares nuevos.

Salud
El 56,7% de las personas encuestadas afirma tener un estado de salud regular, malo o muy malo y el 35,2% señala que éste ha empeorado tras la pandemia. El 33,5% ha sido afectado por la Covid-19 de un modo cercano, siendo un 15,8% quienes declaran haber contraído la enfermedad personalmente.

Además, como consecuencia indirecta de la pandemia los trastornos psicológicos o emocionales tienen un impacto decisivo: el 66% afirma tener algún problema emocional siempre o la mayor parte del tiempo, siendo la preocupación (43,1%), la tristeza (28.9%) y la depresión (24,9%) los estados de ánimo negativos más extendidos. Además, el 34% tiene dificultades continuadas para dormir.

Vivienda
La vivienda constituye una de las áreas de vulnerabilidad de las personas encuestadas. Concretamente, el 18,2% señalan problemas en este ámbito. Y, de hecho, un 6,5% está en situación de exclusión residencial. Pero, además, un 31,4% que residen en hogares con graves problemas de salubridad. Estas situaciones son más duras entre las personas que se han incorporado a la atención de Cruz Roja a raíz de la pandemia. El 46,1% tiene problemas para afrontar pagos relacionados con la vivienda y/o suministros. Entre la población de nueva incorporación, la situación afecta al 70,3%.

Protección social y apoyos
El 14,6% afirma no contar con nadie que pudiera prestarle apoyo ni antes, ni después de la pandemia. Y para un 9,8% su red de apoyos ha disminuido en el contexto de la Covid-19. Esta carencia o empeoramiento de la red social es más grave en el caso de las personas que acuden por primera vez a Cruz Roja (el 17,5% ha carecido siempre de ella y para el 14,2% ésta se ha visto reducida).

En cuanto a las medidas gubernamentales incluidas en el llamado Escudo Social, sólo los ERTE parecen haber tenido una difusión relativamente amplia: algo más de la mitad de los trabajadores se han beneficiado de ellos.

Impacto de género
La pandemia de la Covid-19 ha tenido un impacto en múltiples ámbitos de la vida de las personas atendidas en el programa Responde, pero este impacto es aún más grave en el caso de las mujeres. Sus indicadores de salud son más negativos (mayor proporción de contagios y de secuelas) como también las consecuencias directas en el ámbito laboral (más despidos y menos ERTES u opciones a teletrabajar).

Como apuntamos antes, las mujeres usuarias del programa RESPONDE han sufrido un mayor empeoramiento de su salud como consecuencia de la pandemia: el 34,7% se han visto afectadas en su entorno cercano por la COVID-19 (frente al 30,8% de los hombres), reflejan mayor nivel de contagio, tanto a nivel personal como en su hogar y mayores secuelas tras superar la enfermedad (4,7%, frente al 1,6% de los hombres).

En el ámbito laboral, las mujeres han sufrido más despidos que los hombres (18,1% frente al 13,7% de los hombres), han tenido menos ERTES (57,1% frente al 60,9%) y menos teletrabajo (2,2%, mientras que los hombres alcanzaron el 4%).

A este mayor impacto de la pandemia en las mujeres es necesario añadir la sobrecarga de trabajo que han supuesto las tareas domésticas y de cuidados durante el confinamiento.

Por otra parte, un grupo de especial vulnerabilidad son las familias monoparentales, de las que cerca del 90% están encabezadas por mujeres.

Por último, el porcentaje de mujeres que señalan haber sufrido violencia de género desde la declaración del Estado de Alarma es del 1,7%.

Hogares con hijos
Un elemento clave en el análisis de los efectos de la Covid-19 es atender a las alarmas que se encienden alrededor de un tipo de hogar muy concreto: los hogares con niños, niñas y adolescentes. Es preocupante su peso en el programa Responde y, sobre todo, entre las nuevas incorporaciones: el 50,2% de los hogares nuevos tiene entre sus miembros algún menor de 16 años.

Estos hogares, además de presentar una situación muy vulnerable (el 96,2% está en AROPE), han de enfrentarse a problemas específicos, como los relacionados con la educación. Un tercio de estos hogares declaran que han tenido problemas para seguir el curso escolar durante el confinamiento, sobre todo como consecuencia de la falta del equipamiento o los servicios necesarios para seguir el curso a distancia. Estas dificultades están claramente lastrando el desarrollo académico de sus protagonistas: en el 23,6% afirman no haber contado con el equipo necesario para seguir las clases a distancia y en el 12,7% no dispusieron de una conexión adecuada a Internet.

Brecha digital
La brecha digital causada por la pobreza y la falta de competencias digitales no sólo afecta a los hogares con menores de edad, sino que es un problema generalizado de los hogares atendidos por Cruz Roja en el programa Responde. En el 63,8% de los hogares no se dispone de ordenador y en el 46,6% no tienen contratado ningún servicio de Internet en el hogar. La digitalización de muchos procesos y servicios, acelerada por la pandemia, añade dificultades a estos hogares vulnerables, impidiendo su acceso a determinados servicios y prestaciones, acrecentando su fragilidad y multiplicando su aislamiento, algo especialmente relevante en el caso de las personas mayores.

Expectativas de futuro y necesidades
La mayoría de las personas encuestadas son pesimistas en cuanto a la situación general del país (el 61,6% cree que empeorará). Aunque cuando se refieren a su propio hogar la opinión más frecuente es que su situación no variará (53,9%). Esta previsión de “estabilidad” no deja de ser muy negativa, ya que manifiesta la falta de expectativas de mejora que permitan superar la extrema fragilidad de su situación.

Actualmente, las necesidades prioritarias de las personas atendidas son principalmente económicas, de atención urgente a las necesidades básicas y de apoyo para conseguir empleo (según manifiestan entre el 29,6% y el 13,2%). Entre las personas que se han incorporado a Cruz Roja durante la pandemia, las prioridades son: obtener alimentos y productos esenciales y la ayuda económica (para el 53,8% y 42,6%).

Universo, muestra y metodología del boletín
El universo de la investigación se corresponde con las personas atendidas desde el 1 de marzo al 30 de junio de 2020 a través del plan Cruz Roja Responde, con un total de 788.127 personas atendidas hasta ese momento, de las cuales un 21,6% eran personas de nuevo ingreso en los programas de la entidad, que se acercaron a Cruz Roja para solicitar ayuda debido a la situación provocada por la Covid-19 a partir del 14 de marzo de 2020, fecha de la declaración del Estado de Alarma.

La muestra que se analiza está compuesta por 1.507 personas usuarias del Plan Cruz Roja Responde entre marzo y junio de 2020, que fueron entrevistadas telefónicamente entre el 29 de septiembre y el 22 de octubre de 2020. La muestra ha sido seleccionada para ser representativa de la población de referencia con un error no superior al ±4%, suponiendo normalidad.

Se ha realizado un análisis diferenciado por sectores, en función de la fecha de alta como personas usuarias en Cruz Roja:

• Personas previas (79,4%), son personas atendidas en Responde que ya eran usuarias de Cruz Roja.

• Personas nuevas (21,6%), son personas atendidas en Responde que han solicitado ayuda a Cruz Roja después del 14 de marzo de 2020.