Tras el lanzamiento de Fundación Copade de la nueva herramienta de medición de Huella Social y compromiso con la Agenda 2030, Castillo de Canena es la primera empresa en España del sector olivarero en medir su Huella Social con la colaboración de Fundación Copade.

Castillo de Canena es una empresa jiennense, productora de aceite de oliva virgen extra de alta calidad desde 1780 y, además, exporta sus productos a más de 50 países. La empresa es un grupo líder en su sector, reconocida a nivel nacional e internacional.

El grupo se encuentra fuertemente comprometido con la sostenibilidad social, económica y medioambiental y, por este motivo, ha querido medir el impacto en la Huella Social y su contribución a la Agenda 2030 y a sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Para ello, Fundación Copade ha valorado 130 temáticas que proporcionan un reflejo de las actividad y efectos de la empresa en su entorno, categorizadas en cinco ámbitos: personal de la compañía, comunidades, cadena de valor, medioambiente y gobernanza. Una vez valoradas las 130 temáticas, Castillo de Canena ha obtenido la puntuación de 77 sobre 100, siendo especialmente relevante el efecto positivo entre su personal y en el medioambiente, para lo cual es fundamental la fuerte gobernanza en que el grupo se sustenta.

Como colofón del proceso de certificación, Fundación Copade realizó una visita a las instalaciones de Castillo de Canena en las que, como detalla su Director General, Javier Fernández, “tuvimos la grata impresión que para Castillo de Canena la mejora del Medioambiente y el entorno social de sus trabajadores es un reto de máxima prioridad, lo que se evidencia en la puntuación que han conseguido en la medición de la Huella Social y cumplimiento de los ODS. Para nosotros ha sido muy importante poder poner en práctica la herramienta de Huella Social en un sector tan importante en España en el sector olivarero. Esto nos ayuda a entender cómo las empresas están trabajando para mejorar su entorno y, consecuentemente, el planeta”.

Por otro lado, desde Castillo de Canena, su director general, Francisco Vañó, destaca “nos sentimos muy satisfechos con la obtención de esta certificación refrendada de manera independiente y objetiva y, además de haber sido los primeros en validarla en España. No se trata solo de producir y comercializar exitosamente los mejores AOVE del mundo, sino de hacerlo de manera sostenible y siendo muy escrupulosos en el respeto a los intereses de todos los grupos con los que nos interrelacionamos en nuestra actividad”

Cumplimiento de los ODS
Castillo de Canena contribuye en una medida considerable a todos Objetivos de Desarrollo Sostenible pero de forma muy relevante a algunos de ellos. En concreto, con el ODS 2: poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible. El ODS 9: construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación. Y el ODS 12: garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

Asimismo, el grupo tiene como objetivo de negocio lograr un crecimiento sostenido y recurrente en todas las líneas de negocio, buscando siempre la excelencia, contribuyendo así directamente al ODS 8: promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. A todos los ODS mencionados, Castillo de Canena contribuye de forma reseñable, pero además contribuye también muy significativamente al ODS 5: igualdad de género.

Sobre Fundación Copade
La Fundación Copade – Comercio para el Desarrollo es una entidad privada, apolítica y no lucrativa fundada en 1998 por Javier Fernandez y Aurora Fernandez y que tiene por objetivo impulsar y desarrollar el Comercio Justo, el Consumo Responsable y la preservación del Medioambiente a través de Alianzas Público Privadas. COPADE trabaja con grupos productores de países europeos y latinoamericanos para promover estructuras socioeconómicas sostenibles y respetuosas con el medioambiente, que hagan a estos grupos agentes de su propio desarrollo. Crea redes participativas entre productores/as y Administraciones Públicas, empresas, instituciones y otros agentes sociales, tanto a nivel local como mundial, para que impulsen nuevas formas de cooperación económicamente rentables, sostenibles y socialmente responsables.