En el momento actual, con el conflicto energético en el ojo del huracán, fue más que oportuna la intervención de Antonio Joyanes en el foro ‘Directivos Líderes’, organizado por Andalucía Económica. El andaluz, natural de Jaén, es nada menos que el vicepresidente del área Energy Parks de Cepsa, que se vuelca en transformar las refinerías en parques energéticos donde aplican innovación y sostenibilidad para desarrollar nuevos productos verdes que les permiten descarbonizar su proceso productivo, siendo así Andalucía punta de lanza de la transición ecológica en Europa.

El director general de CTA, Elías Atienza, ofreció algunas pinceladas del ponente: Joyanes es Ingeniero Industrial por la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Sevilla, con un postgrado en Tecnología y Química de las Grasas y un máster en Business Administration and Management por la Universidad de Montreal. Su primer contacto con Cepsa fue en enero de 1996, cuando ejerció durante cuatro años como Ingeniero de Procesos en la Refinería de Huelva (La Rábida). Y posteriormente, en 2010 se incorporó a Cepsa Chimie Montreal S.E.C. (Canadá) para, cinco años después, pasar a formar parte del equipo de Cepsa en Madrid, hasta la actualidad.

Antonio Joyanes, como subrayó Atienza, posee una sólida formación técnica y gerencial en los negocios de petróleo y gas, ingeniería y construcción y petroquímica; y una fructífera experiencia profesional en Europa, África y América.

Antes de comenzar a explicar la ambiciosa estrategia que está implementando Cepsa como base de su proceso de descarbonización, Joyanes puntualizó que, en los cuatro últimos años, la compañía ha ido adoptando las disposiciones de la normativa europea para hacer frente al cambio climático: European Green Deal de 2019 (reducir gases de efecto invernadero un 50% antes de 2030 respecto a valores de 2019); EU h2 Estrategy en 2020 (apuesta por la tecnología del hidrógeno para sustituir el consumo de combustible fósil); Fit for 55 de 2021 (reducir GEI un 55% en 2030 respecto a valores de 2019); y RePower EU, formulada este año debido a la preocupación por la seguridad en el suministro de energía, a raíz de la guerra en Ucrania. Se impone el ahorro de energía y crecer en otras fuentes alternativas para no depender de los combustibles fósiles y acelerar la transición ecológica.

En este trayecto, Cepsa planteó su estrategia Positive Motion, “una estrategia ambiciosa y ganadora”, en palabras de Joyanes, que lleva aparejada una inversión de 5.000 millones de euros en Andalucía de aquí a 2030. “Esta estrategia no es un plan, no sabemos qué va a pasar en un futuro, pero proyecta nuestra ambición de ser líder en movilidad sostenible, biocombustibles e hidrógeno verde en España y Portugal, y de convertirnos en un referente de la transición energética”.

Los compromisos de Cepsa en este sentido pasan por reducir, respecto a 2019, un 55% las emisiones en 2030 y alcance de cero emisiones netas antes de 2050. Reducir también entre un 15 y 20% la intensidad de carbono de los productos vendidos en 2030 y alcance de cero emisiones netas antes de 2050, gracias al hidrógeno y a los combustibles ecológicos. Y por último, reducir un 20% la captación de agua dulce en zonas de estrés hídrico en 2026 y reutilizar todo el agua que genera la compañía.

“Tenemos la oportunidad de dar el salto e invertir en algo nuevo y diferente”, señaló Joyanes, recordando la situación similar que vivieron los fundadores de Cepsa hace casi un siglo. Cepsa nació en Venezuela en los años 20 y en 1929 se monta en Canarias la primera refinería en España, sin clientes y sin personal cualificado. Hoy es la primera empresa en Andalucía, gracias a la actividad de sus refinerías ‘La Rábida’ y ‘San Roque’, con una cifra de negocio de 13.145 millones de euros en 2021, y más de 1.300 empleos directos, indirectos e inducidos.

“La diferencia es que ahora tenemos petróleo y gases fósiles, pero los queremos cambiar a otro tipo de energía. Y también tenemos conocimientos, capacidad para invertir, profesionales cualificados y una red de clientes que en un momento dado consumirán productos más sostenibles. Tenemos el acceso a materias primas, que es el sol, y estamos en el mejor lugar del mundo, en el sur de Europa, que es puerta a África, que sigue necesitando petróleo y productos de origen fósil para su desarrollo económico”.

Joyanes explicó a grandes rasgos cómo va a funcionar la estrategia Positive Motion. Así, apuestan por la democratización del coche eléctrico en el ámbito del transporte privado; por el hidrógeno como combustible en el transporte comercial; y el biocombustible en transporte aéreo. Opina que el diésel tendrá un tiempo de transición largo antes de convertirse a electricidad y apuestan por el combustible biológico de origen renovable. Mientras que el combustible del transporte marítimo será, según Cepsa, el hidrógeno, y la tecnología empleada sería el motor de combustión de amoniaco.

“Toda esta transformación requiere de talento, eficiencia y competitividad y para ello necesitamos transformación digital y ser mejores que los demás. Hay que apostar por el talento, la eficiencia y la excelencia y la tecnología, pilares fundamentales de esta estrategia que nos permitirá ser mejores que nuestros competidores europeos”, matizó el ponente.

¿Y cómo se articula dicha estrategia? Pues fundamentalmente a través de los Energy Parks, que es donde se va a generar la energía que la sociedad necesita: líneas eléctricas renovables, combustibles de aviación y combustibles de origen biológico –fundamentalmente de residuos biológicos, no de aceites vegetales que compiten con la alimentación–.

Además, hay otras actividades tradicionales como la exploración y producción –actividad anecdótica, pero genera caja y va a permitir hacer inversiones–; el trading (brazo comercial internacional), que va a empezar a comprar producto de origen biológico y vender energía renovable de plantas solares y parques eólicos; y la química, que va a experimentar una transición verde, “vamos a hacer productos con materia prima verde”, señaló Joyanes.

Según explicó el directivo de Cepsa, la idea es fabricar cada vez menos petróleo en función de la demanda de la sociedad. Nuestra intención es no parar la refinería hasta que sea absolutamente necesario y mientras haya clientes en África que nos piden diésel y gasolina, lo vamos a seguir suministrando.

Otro hito será utilizar la energía 100% renovable, del sol, para obtener hidrógeno verde necesario para los procesos industriales de Cepsa. “El mayor consumo de hidrógeno de toda España se concentra en Huelva, el 35% del total nacional. Nosotros como refinería consumimos y producimos mucho hidrógeno y también Fertiberia. Si vamos a montar una planta de hidrógeno verde para un cliente que todavía no tiene ni el coche para consumirlo es de osados, pero el consumo lo tengo garantizado porque voy a sustituir mi hidrógeno gris de origen fósil por el hidrógeno verde. Y luego transmitimos esa energía a nuestros clientes, por ejemplo a través de la recarga de vehículos eléctricos”.

El ponente matizó que “tenemos que ayudar a nuestros clientes a dar el paso hacia una energía verde y lo vamos a hacer desde los parques. No tenemos intención de vender electricidad a través de la red convencional a nuestros clientes, no somos una compañía eléctrica. Queremos que carguen sus coches en nuestras estaciones de servicio suministrándoles electricidad verde”.

De hecho, quieren transformar las estaciones de servicio (264 en Andalucía) en estaciones de carga eléctrica y ofrecer servicios y ofertas gastronómicas.

Cepsa tiene en Andalucía proyectos, que pretende alcanzar los 7GW. “Ahora mismo tenemos proyectos con puntos de conexión y en curso por 1.500 MW y en proceso para conseguir un punto de conexión de 4.500 MW, considerando los 1.500 previos,” anunció el ponente. Pretenden asimismo producir 800.000 toneladas anuales de combustibles de origen biológico (aceite vegetal hidrogenado) y la misma cantidad de biojet. n