Alfredo Chávarri, director general de Andalucía Económica.

El pasado 31 de mayo a las 12 horas tuvo lugar la presentación pública en Sevilla de la nueva edición del ‘Ranking de las 1.200 mayores empresas en Andalucía’, que elabora todos los años la revista Andalucía Económica, y que se ha convertido en una herramienta informativa de consulta obligada entre el tejido empresarial andaluz y nacional.

El acto fue presentado por Alfredo Chávarri, director general de la revista; y contó con las intervenciones de Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía; y Tomás de la Cruz Serna, presidente del Consejo de Administración de Andalucía Económica. El evento fue patrocinado por Cepsa y Vodafone y contó con la colaboración de DKV. La presentación tuvo lugar en el restaurante Abades Triana de Sevilla.

Principales conclusiones
La palabra crisis, tan manida últimamente, procede de la palabra griega krisis, que significa ‘separación’ o ‘rotura’. Justo lo que ha provocado la pandemia de la Covid-19 a nivel mundial, según los analistas la mayor fractura económica desde la Gran Depresión de 1929, con unas implicaciones sociales de enorme trascendencia. Usar el término ‘crisis’ en medicina significa que el paciente está entre la vida y la muerte; y no hay mejor paralelismo para reflejar el estado de nuestra economía y de los distintos sectores productivos en el último año.

Tomás de la Cruz, presidente del Consejo de Administración de Andalucía Económica.

El Estado de Alarma impuesto el 14 de marzo de 2020 por el Gobierno y las limitaciones a la movilidad frenaron en seco la economía nacional; las empresas se vieron obligadas a bajar la persiana y a despedir, definitiva o temporalmente, a miles de trabajadores.

En Andalucía, la paralización de la actividad económica a causa de la pandemia ha vapuleado al PIB, que ha caído un 10,3% en el ejercicio 2020, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), el peor registro desde el inicio de la serie histórica en 1995. Hasta ahora, el récord estaba en el decrecimiento del 3,6% producido en 2009 a causa de la crisis iniciada en 2008.

Ya se preveía que las heridas iban a ser profundas. La pasada edición del ranking recogíamos la previsión de Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios de Unicaja Banco, que estimaba que el PIB andaluz caería en 2020 entre un 8,4% y un 11,5%.

Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía.

Más pesimista se mostraba el Observatorio Económico de Andalucía al prever una contracción del PIB superior al 15% y una tasa de paro del 30%. Acertó al decir que el impacto sería más negativo en las actividades asociadas al turismo: hostelería, restauración, comercio, transporte, ocio y entretenimiento, agencias de viaje, actividades inmobiliarias o algunos servicios empresariales y personales. Y que sufrirían menos las actividades agrarias, excepto las más relacionadas con la hostelería, y las actividades esenciales: administraciones públicas, defensa, sanidad, educación, suministros de luz, agua y gas, y saneamiento.

El mejor comportamiento, según el OEA, lo registrarían actividades relacionadas con las TIC, la industria farmacéutica o la biotecnología. Y así ha sido.

La ‘buena’ noticia es que la economía andaluza ha tenido un mejor comportamiento que el conjunto de la economía nacional (-11%), debido a la mayor fortaleza de la agricultura, la construcción y el sector servicios –excluyendo la hostelería y el turismo–.

Aunque no es ningún consuelo cuando conocemos, según los datos que maneja la CEA, que desde el inicio de la pandemia han desaparecido en Andalucía unas 20.000 empresas, lo que equivale al 5% del tejido productivo de la región. Otra lectura es que a diciembre de 2020 había 256.589 empresas andaluzas inscritas en la Seguridad Social, es decir, con trabajadores, un 3,2% menos que las inscritas en 2019, que fueron 264.970. Desde el año 2016 no había un registro similar.

Las cifras son más alarmantes cuando hablamos de personas, pues el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) señala que en diciembre de 2020 Andalucía sumaba 969.437 parados, lo que supone una subida interanual del 24,62%; o lo que es lo mismo, 191.503 personas desempleadas en un año. Mientras que la Seguridad Social nos ‘chiva’ que en 2020 estaban registrados 2.188.709 frente a los 2.234.729 de 2019 (-2,5%); teniendo en cuenta que estos datos no incluyen a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un ERTE.

Los ERTE han sido, tristemente, uno de los grandes protagonistas del año pasado. La repentina y virulenta pandemia obligó a miles de empresas a acogerse a esta fórmula ante la paralización total o parcial de su actividad. De manera que Andalucía cerró el pasado ejercicio con 102.623 trabajadores en ERTE, el 13,5% del total nacional, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Lo positivo es que en diciembre los afectados por ERTE eran un 79% menos que los que había en abril –2,8 millones de personas más–. Hostelería, servicios de alojamiento, comercio minorista y el comercio mayorista han sido los sectores más afectados por esta situación.

Análisis sectorial
Con el capítulo 2020 cerrado, y los datos económicos que nos han facilitado las principales empresas con actividad en Andalucía, podemos extraer una batería de conclusiones que casan bien con las predicciones realizadas hace un año por el Observatorio Económico de Andalucía.

La industria química y básica ha sido de las ramas más afectadas por la pandemia y la práctica totalidad de sus empresas han empeorado sus cifras respecto al anterior ejercicio. Es más, las sociedades que abanderan el Ranking son mayoritariamente industrias y todas han salido mal paradas: Cepsa, Atlantic Copper, Airbus Defence & Space, Acerinox e incluso Consentino, que todos los año supera sus propias marcas.

Lo cierto es que ha sido un ejercicio muy complicado para nuestra economía, por lo que agradecemos especialmente que aún así muchas compañías hayan accedido a facilitarnos sus cifras de facturación para poder confeccionar este Ranking, tan consolidado ya en el ecosistema empresarial y profesional de nuestra comunidad.

Este año, no obstante, hemos hecho algunos ajustes. Echarán en falta a El Corte Inglés, que el año pasado ocupaba la sexta posición con una facturación de 2.200 millones de euros y 14.900 empleados en Andalucía. Presumimos que en 2020 estas cifras habrán sido muy distintas, a la baja, por ser su actividad una de las más afectada por la crisis económica. Pero al cierre de esta edición aún no se habían presentado las cuentas, por lo que el Consejo de Redacción de Andalucía Económica ha decidido no incluir a la compañía por esta vez, ya que no sería objetivo mantener los datos de 2019 dada su relevante posición en la Comunidad.

Sí se mantienen sin embargo algunas empresas del sector turístico o de la automoción que, aún no habiendo cerrado sus cuentas a tiempo para este Ranking, su aportación no es tan determinante en términos de facturación y empleo para el conjunto global de la economía andaluza.

Una de las premisas de Andalucía Económica es ser rigurosos en la información y comunicar desde el positivismo, de manera que no vamos a hacer leña del árbol caído y en esta ocasión solo vamos a destacar las empresas que mejor han evolucionado. Hay que decir, no obstante, que no hay un patrón determinado y en todos los sectores hay buenos y malos resultados, aunque en unos más que en otros.

Las cosas han ido bastante bien el ámbito de la agricultura, que en Andalucía emplea a unas 280.000 personas y supone el 10% del PIB de la región, a pesar de las numerosas protestas protagonizadas por el sector. La mayoría de las sociedades han registrado crecimientos en sus ventas, también las aceiteras, ya que se ha producido una mejora de las cifras de producción respecto a las estimaciones realizadas en los primeros periodos del año, a pesar de que el precio del aceite en 2020 fue muy bajo.

Así, el pasado ejercicio crecieron empresas agrarias y agroalimentarias como Covirán (+97%), Campojoyma (+67,18%), Nature Choice (+61,3%), Almendras Utrera (+45,16%), Interoliva (+43,3%), Única Fresh (+25,62%), Mabe (+21%), Indasol SAT (+18,5%), Deóleo (+18,44%), Grupo Goya (+17,8%), Murgiverde (+17,6%), Aceites Maeva (+15,54%), Jaencoop, (+15,4%), Agrupapulpí (+15,27%), Interóleo (+13,65%), Aceites La Pedriza (+13,4%), Cabasc SCA (+13,35%), Caparrós Nature (+12,19%), Cobella (+11,14), Herba (+9,8%), Biosabor SAT (+9,57%), Famadesa (+9,13%), Frutas Montosa (+8,7%), Ejidomar (+7,9%), SAT Royal (+7,8%), CASI (+6,8%), Detallistas San Rafael (+6,65%), SAT Condado de Huelva (+6,38%), Aviserrano (+6,15%), Faccsa (+6%), Miguel García Sánchez e Hijos (+5,7%), Vicasol (+5,4%), Acesur (+4,98%), Alhóndiga La Unión (+4,23%), Aceitunas Guadalquivir (+4%), Almazaras de la Subbética (+3,39%), SCA Santa María de La Rábida (+3,1%), Luis Piña (+2%), Herogra (+2%), Hortofrutícola Costa de Almería (+1,6%) Onubafruit (+1,4%) y Covap (+0,90%).

Sector secundario
La industria, que tradicionalmente aporta al PIB andaluz un 10,2%, ha sido la rama más vapuleada por la crisis, y en especial las actividades asociadas a la transformación de materias primas y a la aeronáutica, esta última muy afectada por la limitación a la movilidad y el desplome del tráfico aéreo a consecuencia de la pandemia. Hay excepciones como Persán, que aumenta sus ventas un 21,9%, aunque su crecimiento puede entenderse por un mayor uso de sus productos de higiene doméstica a causa del aumento de la estancia en los hogares.

Cepsa mantiene su título de empresa líder en Andalucía a pesar de perder más del 40% de su facturación a causa de la pandemia. Otras grandes industrias como Atlantic Copper, Airbus Defence & Space, Acerinox, Consentino, Matsa, Siderúrgica Sevillana, Brenntag Química, Santa Bárbara Sistemas, Insersa o Torraspapel también reducen ingresos, pero se mantienen en los primeros puestos del ranking porque la debacle ha sido generalizada.

Hay que realizar una puntualización respecto a Abengoa. La empresa cotizada, que acumula una deuda de 6.000 millones de euros, está en concurso de acreedores desde el 26 de febrero y pendiente de un plan de rescate que le permitiría salvar los 14.000 puestos de trabajo que tiene en todo el mundo. Al cierre de esta edición, la multinacional andaluza no había presentado las cuentas 2020, por lo que las cifras que aparecen en el Ranking son una estimación respecto a la corrección que la compañía realizó en las cuentas previstas en su plan de viabilidad.

El 2020 también ha sido especialmente duro para el gigante Airbus, principal tractora aeronáutica en Andalucía, y la situación ha pasado factura tanto a sus centros en Sevilla y Cádiz como a la industria auxiliar que depende de sus contratos. De hecho, Airbus se ha visto obligada a cerrar una de sus dos plantas gaditanas, la de Puerto Real, por ser económicamente inviable.

Han crecido sin embargo industrias mineras como Cobre Las Cruces (+12,8%) y Atalaya Mining (+1,7%). Destacar asimismo el caso de Plastienvase (+34,1%), sociedad muy vinculada al sector primario y al gran consumo por la fabricación de envases y embalajes.

Las actividades industriales relacionadas con la alimentación, citadas anteriormente, han conseguido salvar el ejercicio con buen rendimiento, gracias al cambio en las pautas de consumo a raíz de la pandemia. Ésta también ha beneficiado sin duda a empresas fabricantes de productos como batas sanitarias, mascarillas, guantes desechables y geles hidroalcohólicos, caso de Grupo Cuatrogasa (+169,7%), Cardiva Soluciones Integrales (+93%), And & Or (+36,36%) e Instituto Español (+19,22%). Otras compañías relacionadas con la sanidad que mejoran cifras son Think Pharma- Farmacias Direct (+159,47%),Vitro (+86,55%), Grupo Queraltó (+36,78%) y Cosmewax, (+24%). De hecho, los crecimientos más notables se dan en este segmento industrial relacionado con el sector de la sanidad.

También han mejorado marcas muchas compañías del sector energético como Grupo Negratín (+23,41%), Magtel (+13%), Medgaz (+8,6%), Prodiel (+6,5%), Bio-Oils (+5,3%) y Enerplus (2,2%).

En el cajón del sector secundario encontramos además a las empresas constructoras, muchas de las cuales también han salvado los muebles porque en Andalucía el sector ha mantenido gran parte de la actividad, aunque se ha dejado notar el descenso en la inversión en construcción por parte de las administraciones. De hecho, el año pasado el importe total destinado a infraestructuras en Andalucía fue de 1.723 millones de euros, frente a los 2.013 millones de 2019, un 14% menos.

Algunas sociedades que han crecido el pasado ejercicio han sido Vialterra (+46,10%),Cemosa (+44,78%), Grupo Bonifacio Solís (+16,10%), Heliopol-Grupo Rusvel (+13,95%), Grupo H. Terrats (+11,7%) y Grupo Puma (+4,9%). Y gracias al empuje de la construcción han mejorado sus cifras sociedades de industrias auxiliares como la cementera HeidelbergCement Hispania, antigua Financiera y Minera (+100%); Frizonia Refrigeración Climatización (+57,69%), Grupo Alvic (+17,36%), dedicada a la fabricación de mobiliario; Cincocina (+18,79%); Altra Corporación Empresarial, fabricante de aires acondicionados (+17%) y MP Ascensores (+3,39%).

Sector terciario
La pandemia también ha provocado una importante fractura en el macro sector de los servicios, el más importante en Andalucía porque absorbe más de la mitad de los trabajadores y solo su actividad principal, el turismo, sector estrella de la economía andaluza, supone el 13% del PIB.

Pero el ejercicio 2020 ha sido devastador para el turismo y otras actividades asociadas. Andalucía recibió el año pasado 2,7 millones de turistas extranjeros, 9,3 millones menos que en 2019, lo que le provocó unas pérdidas de 9.523 millones de euros, según la Estadística de Movimientos Turístico en Fronteras (Frontur). Esto ha influido notablemente en que la facturación del sector servicios cayera el año pasado un 13,5% y un 4,9% la ocupación, según estadísticas del INE.

Y el descalabro no ha sido mayor porque otras ramas del sector terciario han aguantado el chaparrón y sus empresas lo han notado. Es el caso de la distribución alimentaria, beneficiada por la reducción de la movilidad y el confinamiento domiciliario. Han crecido compañías como Oni Foods Overseas (+33,48%), Campiña Verde Ecosol (+27,34%), Supermercados Díaz Cadenas (+15,22%), Maskomo (+14,36%), Costasol de Hipermercados (+11,8%), Cash Lepe (+11,75%), Deza Calidad (+11,3%), Grupo MAS (+10,7%) y Liturgitana de Supermercados (+6,56%). Otras firmas de la distribución comercial, aunque no alimentaria, que aprueban el ejercicio son Trending Import (+57%) o Fleshlight (+35,45%).

Tampoco ha sido malo el año 2020 para las compañías aseguradoras: DKV (135,6%), Howden Iberia (33,3%), Asisa (+6,10%), Morera y Vallejo (+4,3%), Grupo PACC Correduría de Seguros (+2,59%), Seguros Plus Ultra (+1,6%) y Helvetia (+0,5%).

Y crece asimismo la mayoría de las consultoras informáticas: Tecknoservice (+57,89%), Vasco Informática (+50%), Emergya Ingeniería (+35,4%),Infortec (+22%), Globomatik (+21,6%), Grupo Empresarial Top Digital (+6,79%), Seidor (+9%), Informática Megasur (+3,95%) y Servinform (+2,8%).

Otras empresas del sector servicios que mejoran son KPMG (+43,4%), Iturri (+35%), PwC (+23,4%), Grupo Elecam (+23,1%), Grupo Control Empresa de Seguridad (+16,57%), Baeza Grupo (+4,2%) y Eulen (+1,9%).

Concurso de acreedores
Siguiendo la tónica de años anteriores, y aunque resulte extraño por la situación actual de crisis, el año pasado fueron menos las familias y empresas andaluzas que se han declarado en concurso de acreedores (suspensión de pagos y quiebras). De hecho, los 544 concursos presentados son un 12,2% menos que los registrados en 2019, según la Estadística de Procedimiento Concursal del Instituto Nacional de Estadística (INE).

De estos concursos, 520 fueron voluntarios y 24 necesarios. En concreto, han sido 187 familias –173 en 2019– (+8%) y 357 empresas (-20%) las que entraron en concurso en 2020.

En el caso de las empresas, 289 eran sociedades limitadas, 17 eran sociedades anónimas, 44 eran personas físicas con actividad empresarial y había 7 sociedades con otra naturaleza jurídica. En cuanto a la distribución provincial, 115 empresas se ubicaban en Sevilla, 73 en Málaga, 40 en Granada, 38 en Córdoba, 36 en Cádiz, 25 se ubicaron en Almería y 15 en Huelva y en Jaén, respectivamente.

También sabemos por el INE que de las 357 empresas declaradas en concurso, 38 pertenecen al sector del comercio al por mayor, mientras que 61 son de construcción, 28 pertenecen a la industria, 41 de hostelería, cinco de agricultura y pesca, 42 en comercio al por menor de vehículos, y otras 16 de transporte y almacenamiento. Las empresas dedicadas a actividades profesionales registraron 13 concursos, las inmobiliarias, financieras y seguros anotaron 14; las actividades administrativas y servicios auxiliares, 19; el resto de servicios, 35, y sin clasificar se registran 39 concursos de acreedores

Perspectivas halagüeñas
Ahora que la crisis sanitaria parece más controlada gracias a los avances en materia de vacunación, toca reanimar a nuestra economía y prestarle todos los auxilios y estímulos que precise para activar y favorecer la actividad empresarial en la región.

El Gobierno andaluz está realmente concienciado en este sentido y ha anunciado una bajada de impuestos que se traducirá en un ahorro fiscal de 329 millones de euros con unos cuatro millones de beneficiarios. Estos incentivos fiscales se suman a las ayudas directas aprobadas por la Junta de Andalucía para propiciar la recuperación de la economía andaluza.

El pasado mes de marzo, el Gobierno andaluz, CEA y sindicatos aprobaron el Acuerdo de Medidas Extraordinarias en el marco de la Reactivación Económica y Social de Andalucía, que contemplaba ayudas directas por valor de 732,44 millones de euros. De este montante, un total de 585 millones de euros ayudará a las pymes andaluzas a mantener el empleo en los sectores más castigados por la pandemia.

No hay duda de que estas inyecciones económicas en el tejido productivo y la reactivación del consumo tras finalizar el estado de alarma, mejoran bastante las expectativas de cara a próximos ejercicios. De este modo, el panel de expertos del Observatorio Económico de Andalucía (OEA) mantiene que este año el PIB regional crecerá un 6%,incluso podría sumar hasta un punto si se activan las inversiones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que es el que aplicará los fondos Next Generation EU. No obstante, aunque nuestra economía crezca un 6% este año, los niveles previos a la pandemia no se alcanzarían hasta 2023, según las estimaciones del OEA.

Por su parte, Analistas Económicos de Andalucía apunta que el PIB andaluz crecerá este ejercicio entre el 3,7% y el 5,7% y que el empleo aumentará entre un 0,4% y un 1,6%, situándose la tasa de paro entre el 23% y el 23,9%.

Sobre el mercado laboral andaluz, ManpowerGroup ha lanzado recientemente unas proyecciones y considera que entre 2021 y 2022 la tasa de empleo crecerá sobre un 2,5% y 3,5%. Dicho incremento se traduciría en la creación de 187.000 nuevos empleos en dos años, lo que supondría el 16,4% del nuevo empleo que se generará en España entre este año y el próximo. Por lo tanto, según Manpower Group, Andalucía podría revertir antes de 2023 el recorte del 3% sufrido en el empleo como consecuencia de la crisis sanitaria de Covid-19.

La consultora avanza que el aumento más relevante en términos absolutos se producirá en el sector servicios, donde previsiblemente se crearán 134.000 empleos en los dos próximos años. En el sector primario se producirá un aumento de 21.000 puestos de trabajo, mientras que el sector industrial ganará en 2021 y 2022 un total de 17.000 nuevos ocupados y solo la construcción unos 15.000.