Alfredo Chávarri, director general de Andalucía Económica.

El pasado 14 de enero tuvo lugar la presentación pública del XXII Barómetro de Expectativas Empresariales de la revista Andalucía Económica, un especial que cuenta con la colaboración técnica de la empresa Concepto Comunicación Estratégica. La presentación se ha celebrado en el restaurante Muelle 21 de Sevilla.

El estudio analiza las expectativas económicas del tejido empresarial andaluz para el próximo ejercicio 2022 y compara las previsiones de los empresarios con respecto a los últimos años. Lo acertado de sus previsiones durante sus 22 ediciones configuran al Barómetro como un fiel medidor de las tendencias cortoplacistas, tanto económicas como empresariales.

El acto fue presentado por Alfredo Chávarri, director general de Andalucía Económica; y contó con las intervenciones de Ricardo Castilla, consejero delegado de Concepto Comunicación Estratégica; Francisco Herrero, presidente de la Comisión Ejecutiva de Garántia SGR; Gabriel Pérez, rector de la Universidad Loyola Andalucía; María Jesús Catalá, directora territorial de Caixabank Andalucía Occidental y Extremadura; Tomás de la Cruz, presidente del Consejo de Administración de Andalucía Económica; y Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades. El evento fue patrocinado por CaixaBank, y contó con la colaboración de Garántia y la Universidad Loyola Andalucía.

Ricardo Castilla, consejero delegado de Concepto Comunicación Estratégica.

Ricardo Castilla fue el encargado de presentar las principales conclusiones del Barómetro de este año. Este estudio lleva 22 años preguntándole a los directivos y empresarios de las 1.200 mayores empresas de Andalucía por volumen de facturación cuáles son sus expectativas y previsiones económicas de cara al ejercicio siguiente. Castilla ha destacado la importante participación de empresarios en esta edición, con 205 empresas.

El Barómetro Empresarial Andalucía Económica se divide normalmente en cuatro bloques de trabajo, de los que se posee información desde el año 2000, y su principal objetivo es reconocer las expectativas, tendencias y opiniones de las principales empresas andaluzas por su nivel de facturación de cara al próximo ejercicio. Desde el año pasado, se incluye un quinto bloque titulado ‘Situación y diagnóstico ante el estado de pandemia’. En esta XXII edición, se analizan las valoraciones de cara a 2022, y se comparan con las expectativas que los mismos empresarios definieron en años anteriores.

Expectativas empresariales: Efecto rebote y algo más
Si bien la mayoría de los indicadores económicos, tras el estrepitoso parón y derrumbe de la economía del pasado año que supuso la cuarta crisis mundial más importante de los últimos 125 años, y una vez reconducida la crisis sanitaria –como consecuencia de una alta y progresiva tasa de vacunación mundial– y el apoyo decidido de las instituciones financieras gubernamentales, deberían ser suficientes para marcar tendencias de inicio de recuperación, en conjunto tal y como comprobaremos a continuación, este cambio de rumbo positivo entendemos se identifica con unos marcadores de cierto impulso, que por un lado buscan recuperar el terreno perdido en muchos sectores –si bien no todos se vieron de igual forma afectados– y a su vez pronostican una tendencia continuista de activación general de la economía en los próximos años en sectores que deben convertirse en motores clave para el futuro, siempre y cuando las decisiones y caminos a desarrollar en los ámbitos de lo público y lo privado estén a la altura del momento y circunstancias actuales.

Francisco Herrero, presidente de la Comisión Ejecutiva de Garántia SGR.

En el caso del Bloque de Actividad Empresarial, -el único de los cinco en el que se divide el Barómetro Empresarial en que se solicita a las compañías entrevistadas sus propias perspectivas de tendencias sobre las principales variables de su cuadro de mando empresarial-, identificamos como la tendencia de crecimiento de la facturación para el 2022 alcanza al 60,4% de las empresas, identificando que dicho dato se aproxima a los pronosticados en los años de crecimiento del 2016-2019, cayendo entre quienes vaticinan su situación en una disminución de su facturación -el 10,1%, dato este inferior a los augurados en los años de crisis pronosticados en los años 2008 o 2012 y por supuesto del 2020 para el ejercicio siguiente. Más tarde comprobaremos como los niveles de facturación se identifican en la mayoría de las empresas por encima al comienzo de la crisis sanitaria.

Igualmente es importante reconocer junto al anterior índice de mando, su corresponsabilidad con los beneficios, y en este caso el 40,2% identifican que aumentaran en el próximo ejercicio, frente a un 20,7% que afirman disminuirán, datos estos que marcan un cambio de tendencia no sólo lógicamente con respecto al año pasado, sino que superan los valores que se pronosticaban ya en el 2019 para el año de pandemia –y que la realidad fulminó– aunque como comprobábamos ya se venían pronosticando un ajuste en los beneficios que se percibía con respecto a los años 2017 en adelante.

Cifras parecidas observamos al extrapolar los índices identificados por las compañías con respecto al empleo, y así nos encontramos con quienes afirman que el próximo 2022 demandaran empleo, –un 38,7%–, frente quienes estiman tendrán que hacer un ajuste en sus plantillas –un 12,6%–. Merece la pena señalar, tal y como ocurre con la clave beneficios, como el ajuste de crecimiento es de carácter inmediato, no habiendo ocurrido así en el ciclo de tendencias identificado en la crisis del 2008 y que se mantuvo al menos cuatro años. Una indicador la del empleo que en nuestra comunidad sigue desde comienzo de año una tendencia positiva, y así según los últimos datos del mes de noviembre todas las provincias andaluzas en términos interanuales habían bajado el paro hasta situarlo en 800.248 personas, un descenso del17,2% con respecto al mismo mes del año anterior encabezando Málaga como la provincia de mayor creación de empleo.

María Jesús Catalá, directora territorial de Caixabank Andalucía Occidental y Extremadura.

Semejante tendencia encontramos cuando se solicita su previsión de inversión en activos para el 2022, que en cierta medida es correlativa y va unida a las tendencias de los datos anteriores, y así el 33,9% esgrime llevará a cabo un aumento de las inversiones en sus compañías, frente a quienes estiman llevaran a cabo políticas de desinversión de activos –18,9%–. Tal y como comprobábamos en las anteriores variables de análisis, se reconoce un cierto efecto rebote, nada que ver con la evolución y el posicionamiento de las compañías con respecto a estas variables en la crisis financiera.

Al comprobar la evolución de estas medidas en conjunto, y extrapolándolas conjuntamente con los pronósticos realizados para los principales años de crisis 2009, 2013 y 2021 -recordando que dichas predicciones se plantean el año anterior-, junto con aquellos de crecimiento, principalmente 2016, identificamos que la posición que estiman llevaran a cabo las empresas andaluzas para el próximo año 2022, se sitúa en sendas de índices positivos en las cuatro variables del cuadro de mando, por encima a la que se pronosticaba en el 2019 para el año siguiente 2020, y a distancia relevante a los años de crisis.

Expectativas económicas: Andalucía, potencial de crecimiento
El segundo bloque dedicado en este caso a las valoraciones de las principales empresas andaluzas sobre las Expectativas Económicas, identifica que con respecto a la situación de la economía general un 35,5% aboga por que mejorará probablemente, frente a quienes estiman aún empeorará probablemente -28,4%-, tendencias estas que corrigen la evolución negativa que se venían produciendo ya desde el 2019 -tendencia ya pronosticada sin conocimiento aún del debacle posterior- hasta el momento.

Gabriel Pérez, rector de la Universidad Loyola Andalucía.

Situación que no se identifica de igual forma cuando se valora por parte de los directivos de las compañías la evolución de nuestra economía frente a la europea, donde queda palpable que el comportamiento de nuestra economía seguirá siendo peor –39,4%–, frente a quienes la estiman mejor –21,3%–, tendencia ésta que se viene repitiendo en los últimos años y que ha venido a perpetuarse tras la crisis de la pandemia.

En cambio cabe señalar la posición de la opinión con respecto a la evolución de la economía andaluza frente a la española, donde por tercera vez en el ciclo de valoraciones de predicciones que recoge el estudio para el 2010 al 2022, la opinión de que el comportamiento de nuestra economía será mejor supera a aquella percepción de un comportamiento peor en comparación con la economía de nuestro país, siendo asimismo la percepción de dicha situación la que alcanza mayores cuotas de diferenciación. Así, un 36,8% de las compañías participantes estiman nuestra economía andaluza será superior a la nacional, frente un 10,3% que estima se comportará peor.

Finalmente, sí encontramos una mayor unanimidad, coincidiendo así con todos los datos de los principales organismos internacionales como nacionales en la opinión en cuanto a si alcanzaremos las cifras de crecimiento del PIB esgrimidas por el Gobierno para el cierre del presente año y el año 2022, destacando la opinión contraria del 80,6% y del 81,9% respectivamente a las previsiones gubernamentales de cierre del 6,5% y el 7% y que sirven como argumento para cuadrar los presupuestos nacionales.

Tomás de la Cruz, presidente del Consejo de Administración de Andalucía Económica.

Situación ante la pandemia: Si la incertidumbre y la falta de acción no lo estropea
El tercer bloque de situación económica ante el estado de pandemia nace por segunda vez tras la edición del pasado año, y como respuesta ante las circunstancias acaecidas y sus efectos en las compañías andaluzas. En esta edición, y una vez mitigadas las principales circunstancias económicas tras la pandemia, el presente bloque busca valorar el estado actual de las empresas en estos momentos y sacar conclusiones sobre las actuaciones llevadas a cabo, y las que aún se necesitan para paliar los efectos que aún persisten y aquellos nuevos que vienen aparejados directa o indirectamente de la crisis sanitaria global.

Precisamente al abordar las principales dificultades desde el estado de pandemia hasta el momento, destacan dos en concreto, la incertidumbre generalizada existente y los problemas de abastecimiento de materias primas, así lo identifican un 69,9% y un 49,7% respectivamente de las compañías, datos estos que contractan con los que principalmente se señalaban en la edición anterior donde la importante disminución de la facturación, junto al cierre de mercados con una apreciación por parte de los empresarios del 54,7% y 46,5% respectivamente eran los más destacados.

Datos interesantes que vienen a refrendar los datos del primer bloque de análisis son los que hacen referencia a la evolución de número de trabajadores al inicio del 2020 y al cierre del 2021, donde el 39,9% de las empresas señalan ha aumentado sus plantillas, frente un 17,9% que indican han tenido que disminuirlo, y en donde la balanza final de crecimiento de empleo es positiva, tal y como se refrenda y venimos comprobando en los últimos datos de empleo que reflejan las estadísticas oficiales ya comentada anteriormente.

Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades.

En cuanto a las incentivos o ayudas que desde las diferentes administraciones públicas han de seguir dotándose para reactivar los sectores económicos, prevalece la opinión de las subvenciones a fondo perdido/incentivos para pymes y las deducciones y/o incentivos fiscales, junto a los créditos blandos en tipos de interés y plazos de devolución.

La búsqueda de nuevos clientes/segmentos de mercado, así como la adaptación óptima a la actual demanda, junto a la digitalización avanzada en gestión y atención al cliente, han sido las principales estrategias llevadas a cabo por las compañías para la recuperación de la facturación previos a la pandemia, destacando como algo más de 1 de cada 3 empresas señalan ya han superado los niveles de facturación previos a la pandemia.

Precisamente este dato queda de manifiesto, cuando se solicita identificar las perspectivas de recuperación de su sector de los niveles de facturación, quedando patente que para 1 de cada 2 compañías será realidad para antes del primer trimestre del 2022, y para 2 de cada 3 para antes de mediados del año que viene. Solamente 1 de cada 5 compañías se inclina en que dicha recuperación será a partir del 2023 en adelante.

 

En cuanto a las valoraciones de la gestión realizada por las diferentes AA.PP. para combatir o mitigar los efectos económicos en las empresas andaluzas, si bien todas las valoraciones suben con respecto el año anterior, se mantiene el suspenso para la Administración Nacional, frente al aprobado alto de las actuaciones llevadas a cabo por la Administración de la Junta de Andalucía, siguiéndole en cuanto al aprobado, las iniciativas llevadas a cabo por los consistorios de nuestra comunidad.

Finalmente, el presente bloque se cierra con la valoración de las medidas económicas y/o empleo para apoyar la actividad empresarial, donde las líneas de financiación ICO-Covid y las medidas de flexibilización laboral -ERTE- son las mejor valoradas.

Coyuntura general: Perturbaciones económicas fuera de control
Si hay un bloque que se encuentre en estos momentos más abierto como consecuencia de los vaivenes de los mercados, las tensiones internacionales, los efectos aún persistentes y colaterales de la pandemia, junto a la incertidumbre generalizada del sector productivo en nuestro país es el de coyuntura general.

De todos los indicadores económicos, si hay uno que sobresale sobre los demás como consecuencia de su evolución en el tiempo analizado es el de la inflación, un indicador en el que en estos momentos se dirigen todas las miradas de los organismos económicos mundiales, ya que supondría un claro escollo en la recuperación económica de los países en la medida en la que ésta afecte a cada uno de ellos.

Tal y como apunta Funcas en su informe ‘Previsiones para la economía española 2021-2022’, el encarecimiento de la electricidad y de otros productos energéticos, junto con los cuellos de estrangulamiento de todo tipo de suministros como los semiconductores, los metales y los minerales, seguirán marcando la senda de inflación.

El encarecimiento de los costes de producción entraña otro riesgo inmediato. Tal y como apuntan desde Funcas, de persistir más allá de lo que incorporan estas previsiones, es decir, la primavera próxima, los hogares y las empresas se enfrentarían a recortes de poder adquisitivo que restarían vigor a la demanda. Esta es una perspectiva que no es descartable. El ciclo alcista de costes podría ser más persistente de lo previsto (además de las tensiones en el mercado del gas y de la electricidad, ahora sube el petróleo y se deprecia el euro frente al dólar).

De materializarse este riesgo, el impacto sobre la recuperación podría ser relevante. Si la reducción esperada de los precios energéticos a partir de la primavera no se produjera, un cambio significativo en las condiciones de producción de numerosos sectores económicos sería inevitable. Incorporando esos efectos de segunda ronda sobre los precios, la inflación alcanzaría el 2,9% en 2022 –siete décimas más que en el escenario central–, frenando el rebote de la demanda interna. El crecimiento del PIB se recortaría hasta el 5,5% –medio punto menos–.

En nuestro país, en el pasado mes de noviembre, ya llegaba el 5,6% interanual, alcanzando máximos no vistos desde el año 1992. Sin duda, la expectativas de evolución de este indicador a nivel mundial influye en cierta medida en la percepción de los demás indicadores y está siendo especialmente monitorizada en estos momentos por los principales instituciones económicas mundiales.

En parecido nivel se sitúa la presión fiscal, que los directivos entienden seguirá creciendo, si bien dentro de la evolución que venía experimentando ya en ejercicios anteriores.

Igualmente entienden que la coyuntura que se avecina para el próximo 2022 no ayudará a facilitar el acceso al crédito, que unido a una escalada sin precedente en los últimos años sobre el precio del petróleo –y teniendo en cuenta que no se preguntaba por los precios energéticos como el gas o la luz–, junto a una demanda interna relativamente débil, no presagian a nivel macroeconómico una evolución generalizada de la economía a un nivel de crecimiento necesario para paliar el debacle del pasado 2020, lo que llevará asimismo aparejado probablemente en opinión de los entrevistados, un aumento de la morosidad de los créditos bancarios.

Con todo ello, es lógico la presunción sobre la evolución de los tipos de interés que rompe la escala de cierta estabilidad que se venía pronosticando por los empresarios y finalmente produciendo desde el 2012, y en donde los organismos financieros deberán seguir actuando para mantener o reconducir una estabilidad de precios que en estos momentos parece desbocada en el caso de la eurozona. Precisamente, a nivel europeo, el Banco Central Europeo (BCE), según sus propias previsiones y políticas para la eurozona, se plantea mantener los actuales niveles sobre el precio del dinero al menos para el año 2022 y probablemente 2023.

Según se estima en el ‘Informe de Situación de la Economía Española 2021’, publicado por el Gobierno de España, se mantienen las previsiones de empleo y tasa de paro para 2021 y 2022, en línea con lo publicado por los principales organismos de previsión. Considerando el marco de ayudas públicas existente y la evolución más reciente de los indicadores de alta frecuencia, incluyendo afiliación, ERTE y ceses de actividad, se prevé que la tasa de paro se sitúe en 2021 en el 15,2% y que continúe descendiendo hasta el 14,1% en 2022, muy en línea con las previsiones de consenso.

En el caso de Andalucía, CaixaBank Research fija en un 21,6% la tasa de paro para el segundo trimestre de 2021 y la eleva hasta el 47% en el caso de los jóvenes menores de 25 años.

Políticas empresariales y sociales: I+D+i e internacionalización como apuestas decisivas
El quinto y último bloque se centra en cuestiones relacionadas con Políticas Empresariales y Sociales y en donde las principales empresas andaluzas vienen dando su opinión con respecto a cuestiones del entorno empresarial general e individual. Con respecto al primero y ante la cuestión de qué sectores se comportarán de forma más dinámica el próximo 2022, vuelve a encaramarse en primera posición como motor de la economía andaluza el sector turístico relegado en la anterior edición por motivos de todos conocidos, y manteniéndose en segundo plano el sector refugio en nuestra comunidad como es el agropecuario, y consolidando posición en el tercer lugar el logístico y de distribución. Cabría mención el sector servicios que de forma diferenciada escala posición hasta el cuarto lugar, concretamente la hostelería y comercio.

Tal y como viene siendo habitual, las asignaturas o medidas aún pendientes en nuestra comunidad para hacer nuestras empresas más competitivas se focalizan de forma prioritaria en la apuesta decidida en I+D+i, el fomento de la internacionalización, y la flexibilidad laboral, que junto a la formación y motivación por este orden son las condiciones desgranadas por las principales empresas andaluzas para hacerlas más competitivas, aspectos estos, al menos los dos primeros que se priorizan de forma continua en todas las ediciones hasta el momento llevadas cabo y que cabría subrayar son identificadas precisamente por la creme de nuestra empresas andaluzas como una debilidad aún latente, si bien para el caso de las exportaciones se deben estar dando los pasos adecuados para paliar esta situación, ya que en estos momentos nuestra comunidad acaba de batir su propio récord histórico de exportaciones desde que se tienen datos homologables superando en un 2,8% a los excepcionales datos conseguidos en un año de mayor crecimiento como fue el 2018.

Con relación a las principales claves que desde las diferentes administraciones públicas deberían llevarse a cabo para atraer más inversión a Andalucía, se vuelven a identificar tres medidas que supondrían a juicio de los directivos de las primeras compañías andaluzas y que se describen por este orden en ventajas fiscales, estabilidad política y social y una mayor colaboración/coordinación entre las diferentes AA.PP. involucradas, claves que son máximas de acción en las comunidades de nuestro país con mayor interés para la inversión externa. Sigue siendo fundamental la referencia a la estabilidad política y social para la consecución de este objetivo de atracción, aspecto éste que en el caso de nuestra comunidad igualmente se debe estar corrigiendo cuando en el primer semestre del presente año se consiguió superar la cifra más alta de inversión extranjera, superando así los datos hasta el momento más altos de los que se tienen cifras estadísticas alcanzados en el año 2010.

Con respecto a la identificación del organismo público que destaque por la labor que viene realizando para el desarrollo económico y empresarial en nuestra comunidad, en opinión de los altos directivos se identifica de forma destacada la Agencia Andaluza de Promoción Exterior -Extenda-, así como la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, agencias que forman parte desde primeros del presente año de la nueva Agencia Pública Empresarial para la Transformación y el Desarrollo Económico de Andalucía denominada Andalucía Trade.

En la presente edición se ha introducido un tema de actualidad como son los fondos europeos Next Generation los cuales deberán ser ejecutados antes del 2026 y que aprovechando el impulso económico para mitigar los efectos económicos y sociales de la pandemia, sirvan para definir y construir una Europa de futuro más preparada y competitiva en sectores como el digital y tecnológico, así como el industrial, conjuntamente con el desarrollo de políticas de transformación ecológica que aspiren a conseguir una economía sostenible y climáticamente neutra en el viejo continente, todo ello dentro de un marco de oportunidades y equidad social. A nuestro país le corresponderán 140.000 M€, 72.700 M€ en subvenciones y 67.300 M€ en préstamos, los cuales deberán ser reembolsado antes de finales de 2058. Con respecto a la información y situación a los fondos Next Generation, destacar que un 42,8% de los directivos participantes esperan recibir desde las AA.PP, mayor información al respecto, y un 37,2% desconocen los posibles beneficios de dichos fondos para sus compañías o sectores.

Precisamente la economía circular es uno de los pilares en los que se basa la transición ecológica a la que aspira alcanzar la UE con estos fondos, y la evolución a favor de desarrollar políticas de economía circular por parte de las grandes empresas andaluzas tiende a ser ascendente, y así se entiende cuando el 41,4% esgrime que en estos momentos ya las viene aplicando. Asimismo la equidad en la sociedad europea es otra de las metas con los que se aspira alcanzar en los próximos años, y así destaca la tendencia de que disminuirá la brecha de género en los puestos directivos en las empresas andaluzas -37,2%-, frente a quienes entienden aumentará que sólo alcanza el 2,1%.

Finalmente, como viene siendo habitual en los últimas ediciones se introduce un marco de cuestiones relacionadas con los recursos humanos de alta dirección, y así a la hora de identificar y valorar principales habilidades personales de un directivo, en los últimos años se siguen focalizando dos de ellas, frente a las otras diez argumentadas por las grandes escuelas de negocio, entre estas se destacan el liderazgo y motivación, así como la dirección o enfoque estratégico como las dos principales, siguiéndole a estas en un segundo grupo el diagnóstico de problemas y toma de decisiones y finalmente el manejo de crisis y resolución de conflictos.

En estos momentos, el perfil formativo de postgraduado que será más demandado en los próximos años por parte de las grandes compañías andaluzas de cara a enfrentarse a los nuevos retos del mercado, se identifica principalmente en las siguientes profesiones, ingenieros de procesos de producción, ingenieros en Big Data, y directivos en marketing digital.