Granada es una de las provincias andaluzas más deficitarias en infraestructuras eléctricas. Una reivindicación histórica de este territorio es la línea de alta tensión Caparacena-Baza-La Ribina, que evacuará y transportará la energía eléctrica que se produzca en Andalucía oriental. Esta ‘autopista energética’ de 400kV de doble circuito, constará de 122 kilómetros de longitud y transcurrirá por una quincena de términos municipales de las provincias de Granada y Almería.

Aprovechando los avances en su tramitación, REE, transportista único nacional de la energía eléctrica en alta tensión, organizó el pasado 3 de diciembre en Granada una jornada en colaboración con Andalucía Económica, en la que expertos del sector debatieron sobre la necesidad de infraestructuras eléctricas para impulsar el desarrollo económico y sostenible y la cohesión social de nuestra región y nuestro país.

La jornada fue inaugurada por la delegada de Empleo y Desarrollo Sostenible de la Diputación de Granada, Ana Muñoz, quien constató el compromiso del Gobierno provincial con el desarrollo de proyectos que aprovechan recursos endógenos, crean empleo y generan riqueza para garantizar unos niveles dignos de calidad de vida para los granadinos y alejar el fantasma de la despoblación.

Y en este sentido, se refirió a la necesidad de infraestructuras eléctricas, como la línea de alta tensión Caparacena-Baza-La Ribina, que va a revitalizar la zona norte de la provincia de Granada. “Celebramos la inversión de 286 millones de euros anunciada por REE en esta zona. Vamos a pasar de ser tercermundistas a jugar en primera división”.

Sobre la corriente de opinión contraria a este proyecto, Ana Muñoz aseguró que “las respetamos, pero algunas de ellas están impulsadas por una información no correcta. A nadie le gusta tener la infraestructura cerca, es la postura que se conoce como ‘no por mi jardín’, pero hay que poner negro sobre blanco”.

La delegada insistió en que Granada no puede perder este tren porque necesita infraestructuras eléctricas, sobre todo en la zona norte, y esta línea va a beneficiar el desarrollo de las energías renovables y de otros sectores productivos como el agrario y el turístico. No obstante, matizó que “el desarrollo de las plantas de renovables debe tener el menor impacto posible. La Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética dice que los proyectos desarrollados deben incluir principios de cohesión social y respetar los valores medioambientales”.

El director general de Energía de la Junta de Andalucía, Manuel Larrasa, también subrayó que la construcción del eje Caparacena-Baza-La Ribina impulsará proyectos de mucha envergadura y de otra índole, como la implantación de polígonos industriales.

Larrasa aseguró que hacen falta plantas fotovoltaicas y eólicas para frenar el cambio climático, y para ello se necesitan infraestructuras eléctricas de generación, transporte y distribución.

Sobre las voces en contra, opina que “hay que hacer pedagogía, explicar a determinados sectores las ventajas de las infraestructuras eléctricas. La protesta por protestar solo lleva al enfrentamiento. Hay que debatir con argumentos. Los ecologistas están en contra de la tramitación y de la instalación de parques fotovoltaicos, aunque ésta es transparente y garantista con el medio ambiente. Hay que pensar en el bien común”.

Señaló que algunos ayuntamientos han creado una plataforma a favor de una moratoria para las renovables, y que se basan en la planificación de la instalación de plantas, que están donde están los puntos de conexión. “Pero la planificación se hace para garantizar el suministro eléctrico que es lo que hace posible la industria, la empresa, el futuro”.

Larrasa apuntó que las inversiones en energías renovables previstas en la provincia de Granada rondan los 3.000 millones de euros y se prevé la creación de 8.700 puestos de trabajo. “Andalucía ofrece grandes posibilidades para el desarrollo de energías renovables, y esto supone una oportunidad de inversión y efecto tractor sobre la industria. El respeto medioambiental está asegurado porque lo dice la normativa. No podemos poner palos en las ruedas”.

Clausuró la inauguración el presidente de Cepyme y presidente de la Confederación Granadina de Empresarios, Gerardo Cuerva. En su opinión, la Junta de Andalucía está haciendo más fácil la labor del empresario gracias a una mayor agilidad en la tramitación de los proyectos y la puesta en valor de infraestructuras eléctricas en Andalucía.

Cuerva reclamó más inversiones para la provincia de Granada y lamentó la falta de conciencia sostenible de la sociedad, ya que, en su opinión, vamos tarde para conseguir los ODS marcados por la UE. “No hay sostenibilidad si no hay desarrollo y el desarrollo ha de ser sostenible”, concluyó.

Mesa redonda
A continuación, dio comienzo la mesa ‘Infraestructura Eléctrica y Desarrollo Sostenible’, moderada por el director general de Andalucía Económica, Alfredo Chávarri.

Habló en primer lugar el delegado de REE en Andalucía y Extremadura, Jorge Jiménez, quien explicó que al realizar la planificación han advertido que entre Granada y Almería hay problemas graves de seguridad en el suministro y sobrecarga y que por este motivo REE va a realizar un gran esfuerzo inversor.

“Existe una falta de capacidad absoluta en el sur de Granada, no puede ponerse ni una peluquería. En esto nos jugamos mucho, sobre todo los empresarios, es una zona con enorme déficit”, señaló. Y comentó asimismo que en la zona norte existe un agujero estructural desde el punto de vista eléctrico, pero en vías de solución.

Jiménez anunció que se van a destinar 286,34 millones de euros a la zona oriental de Andalucía, en concreto en las provincias de Granada y Almería, que abarcan nuevas líneas de 400 y 200 kilovoltios (alto y medio voltaje), la repotenciación de las ya existentes y la construcción de nuevas subestaciones eléctricas muchas de ellas fundamentales para que el Corredor Mediterráneo ferroviario pueda circular entre ambas provincias. Esta inversión se enmarca dentro del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica para el periodo 2021-26.

La actuación estrella de esta planificación es la línea de alta tensión Caparacena-Baza-La Ribina, cuyo primer tramo –completo por la provincia de Granada– estará en funcionamiento previsiblemnete en verano de 2022 y supondrá 88 millones de euros de inversión. Como indicó Jorge Jiménez, las obras se encuentran avanzadas en un 87% de ejecución en su globalidad, mientras que las obras de la subestación eléctrica de Baza está desarrollada en un 30%.

Esta infraestructura permitirá dar salida al caudal energético de renovables de la zona. En este sentido, Caparacena ya tiene conectados 53 megavatios de potencia renovable y su ampliación podrá asumir proyectos ya concedidos de hasta 910 MW. Para la futura subestación de Baza ya hay 598 MW adjudicados.

Más retraso lleva el eje que unirá Baza con La Ribina, en la provincia de Almería. REE considera que la obra podría tardar al menos dos años en comenzar, y el proyecto debe superar todavía la DIA. Esta actuación supondrá una inversión de 73,5 millones de euros. Mientras que a las repotenciaciones y otras inversiones se destinarán 56,3 millones de euros.

Como indicó Jiménez, esta autopista eléctrica “es el principio de todo: incrementa la seguridad de suministro, garantiza el aprovechamiento de recursos renovables y sienta las bases para el desarrollo de la red de distribución. Es fundamental para el desarrollo del Corredor Mediterráneo, para la conectividad y para el despliegue de la fibra óptica. Hoy en día hacer una infraestructura eléctrica es un milagro, una oportunidad enorme que no podemos dejar pasar”, concluyó.

El siguiente en intervenir fue Ignacio Cuerva, presidente de la Comisión de Industria y Energía de la Cámara de Comercio de Granada y presidente del Foro de Altos Directivos de Granada.

Habló de los retos que suponen el Plan Nacional de Energía y Clima y la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, que marcan objetivos y compromisos para alcanzar en 2030 y 2050. “Estamos en un momento de transición del sistema eléctrico con retos muy importantes. Se tienen que incorporar al sistema 27.000 MW fotovoltaicos y otros tantos eólicos. Con las infraestructuras actuales no llegamos a 2030, necesitamos el eje Caparacena-Baza-La Ribina”, advirtió. En su opinión, los retos de la transición de infraestructuras eléctricas son los siguientes:

• Descarbonización. Conlleva la transformación del sector del transporte y la consiguiente reforma de infraestructuras.

• Descentralización. La diversidad de fuentes y recursos abre posibilidades para pymes y usuarios (vehículos eléctricos, autoconsumo…).

• Digitalización. También entran en juego las infraestructuras.

• Democratización. El cliente final ya es capaz de almacenar y generar, además de consumir.

Ignacio Cuerva también comentó la necesidad de legislar de forma optimizada. “Hay una hiperregulación en el sector eléctrico, se necesita optimización de la regulación que se emite de las comunidades y del gobierno central”. Se refirió asimismo a la subida del precio de la electricidad, que tanto está afectando a industria y a pymes. “Quizás se ha pecado de no prever que el escenario de los precios podría cambiar”.

Estuvo también presente en esta jornada el director general de Mercagranada, Adolfo Orti, que habló de las infraestructuras logísticas en la provincia de Granada y lamentó la “ absoluta carencia de infraestructuras ferroviarias y de áreas logísticas” en este territorio. Algunas causas: orografía compleja, escaso peso político histórico de Granada, histórica falta de liderazgo granadino en los partidos gobernantes…

Pero en su opinión, lo verdaderamente importante son las consecuencias de carecer de infraestrutcuras ferroviarias porque “una provincia sin trenes es una provincia sin desarrollo”. Como ejemplo, expuso que en Granada no existe el tráfico de mercancías por tren, “el 80% de la producción agrícola sale por carretera a través de la A44-A4, con un coste de transporte equivalente (a precios de combustible del año pasado) al 300% de su coste por tren”.

Orti analizó los efectos económicos del ferrocarril y el efecto multiplicador que tiene a la rgo plazo la inversión ferroviaria en la innovación tecnológica y el desarrollo empresarial. Sin embargo, aseguró que “desde instancias políticas y administrativas se concluye que como no hay empresas suficientes y la demanda de servicios ferroviarios es muy baja, no es rentable invertir en infraestructuras ferroviarias en Granada”.

Por último, destacó la viabilidad del Corredor Mediterráneo, “motor necesario de desarrollo, que en su tramo Almería-Granada-Bobadilla no es una reivindicación, es una exigencia para cumplir lo acordado, definido y dotado de fondos por la Unión Europea. Todos debemos apoyarlo decididamente si queremos un futuro para Granada y que no entremos a formar parte de la España vaciada”.

Le siguió en el turno de palabra el director general de Green Tie, Álvaro García de la Borbolla, quien habló de la corriente mundial, europea, nacional y regional por la Agenda 20-30 y el desarrollo sostenible. Destacó que hacer una transición energética es un objetivo mundial europeo y nacional por motivos medioambientales, pero en España es “una necesidad por la dependencia energética del exterior, tanto en combustibles como en generación, ya que somos importadores. Y resaltó lo que nos afecta a nuestra competitividad y las coyunturas político económicas exteriores.

“Necesitamos infraestructuras eléctricas y cambio en la matriz energética para consumir recursos propios”, aseguró el ponente, y en su opinión si se aprueban las infraestructuras de REE, Granada tendrá recursos para producir energía barata que permita cambiar la matriz energética y económica.

Para García de la Borbolla, es importante en los objetivos país ejecutar con determinación y ser escrupuloso en todos los tramites medioambientales, que en España son muy rigurosos, y no consentir el ‘no en mi jardín’. Asegura que la Administración pone mucha voluntad, pero es imprescidible “la estabilidad regulatoria, proyectar una imagen de que sabemos lo que queremos y cómo lo vamos a hacer. El Gobierno estatal debe poner objetivos realizables en tiempo y forma conforme a los recursos de que dispone”.

En representación de Iberdrola acudió el director de la filial de Renovables en Andalucía, Luis Martín. “Apostamos por las renovables como palanca de recuperación –señaló–. Es una oportunidad de salir de la crisis porque tenemos sol, viento, know how y tenemos una gran oportunidad. Hacen falta infraestructuras pero no debemos dejar pasar la oportunidad de las renovables para avanzar en la la recuperación”.

En este sentido, constató que Ibedrola ha renovado su compromiso con Andalucía, triplicando la inversión en renovables, lo que va a suponer la creación de 4.000 empleos. Hace unos días, el Gobierno de Andalucía declaraba de interés estratégico para la comunidad una cartera de proyectos de Iberdrola relacionados con las energías renovables que representan una inversión estimada de 640 millones de euros y la generación de 2.119 empleos durante las fases de planificación, construcción y explotación de las infraestructuras. “El desarrollo sostenible de los proyectos, tanto de plantas como infraestructuras, tienen aparejado un plan medioambiental de recuperación. Es la cuadratura perfecta del círculo”, indicó Martín.

El debate posterior la la mesa redonda giró en torno a una cuestión: Por qué hay tantos desafíos a la hora de poner en marcha el eje Caparacena-Baza-La Ribina si aparentemente todos son beneficios.

Jorge Jiménez insistió en que sacar una infraestructura eléctrica adelante es un auténtico milagro porque su tramitación y construción puede tardar décadas. Reconoce que la Junta de Andalucía está desbordada y se refirió además al rechazo social, “echamos en falta una plataforma a favor de la infraestructura, que permitirá un futuro mejor, pero la sociedad pone palos en la rueda”.

Álvaro García de la Borbola apuntó que existe mucha voluntad por parte de las administraciones pero no llegamos a los plazos, son objetivos irrealizables que llevan a la frustración general. “Habrá que redefinir objetivos y poner objetivos realizables para responder en tiempo y forma al desarrollo de los proyectos”, indicó.
Por su parte, Manuel Larrasa aseguró que “hay retrasos no achacables a la Administración porque hay muchos proyectos no madurados que no tienen un estudio en condiciones y retrasan el proceso.

Clausura
La jornada fue clausurada por el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, quien calificó la infraestructura de REE como “la inversión más importante en España. Un eje necesario para conseguir la cohesión social y territorial. Hay un vacío energético que necesita una cobertura mínima”.

Rodríguez recordó cómo el año 2019 marcó un punto de inflexión en la política energética hacia un modelo sostenible, con la integración de más de 6.500MW de renovables. Por primera vez, la potencia instalada en energías renovables superó el umbral del 50% respecto al total. El porcentaje aumentó hasta el 54% en 2020, y es previsible que en el bienio 2021-2022 se incremente en otros 12.000Mw de eólicos y solares sumados a los 40.000 existentes, un 30% más respecto a años anteriores.

Aseguró que el despliegue del parque de generación renovable es esencial para la consecución de los objetivos establecidos por el PNIEC 2021-2030 (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), que marca un 74% de presencia de renovables en el sector eléctrico en coherencia con la trayectoria hacia un sector eléctrico 100% renovable en 2050.

Esto se traduce –explicó– en un proceso efectivo de descarbonización, de hecho el carbón alcanzó en 2020 su menor cuota de participación en el mix, significando solo el 2% de la producción nacional.

Fernández repasó las distintas líneas de acción que el Gobierno de España está llevando a cabo en materia de energía eléctrica, como las subastas, que han empujado al incremento del parque de renovables; o el fomento del autoconsumo, con medidas valoradas en 1.320 millones de euros.

También se refirió a la oportunidad que van a suponer los fondos Next Generation para el sector de las renovables, ya que el Plan de Recuperación se refiere al despliegue del parque de generación renovable. Sin embargo, citó algunos desafíos como el elevado número de expedientes que complica la tramitación; o el hecho de que la Península Ibérica tenga un grado de interconexión con el sistema europeo muy inferior al del resto de países de la Unión, lo que le impide acceder en igualdad de condiciones a los beneficios de las interconexiones eléctricas.

También insistió Fernández en la necesidad de buscar una solución a la alta escalada de precios en la factura eléctrica. “Creemos firmemente que el incentivo a las energías renovables a medio plazo es el camino, son más baratas; tenemos sol y viento, fuentes inagotables y tendremos que ser capaces de exportar”.